Botafumeiro

Estuvimos de paseo en la zona vieja de Santiago y decidimos entrar a comer.
La comida estaba espectacular,precio calidad muy bien,pedí una picaña que estaba buenísimo.el atendimiento del personal un 10.
Volveré seguramente.

Fuimos a comer con unos amigos y salimos encantados. Nos atendió un chico argentino muy amable, nos atendieron comiendo platos y fue un acierto. Volveremos sin dudas!

Estuvimos pasando el puente de Todos los Santos en Santiago y dimos de casualidad con este bar.
Una atención increíble, la comida espectacular (muy recomendadas las croquetas y los mejillones al vapor). Y nos sorprendió mucho que tienen las paredes repletas de monedas que dejan los clientes y cada año donan todo el dinero recaudado a Cáritas. Muy buena acción que lo dice todo de quienes regentan el local.
Fuimos varias veces durante el puente y genial.
Volveremos, sin duda cuando volvamos a Santiago.
Saludos desde Madrid.

Mi hija de 13 años, acompañada por una amiga polaca fueron esta tarde a tomar un tentempié. Pidió un bocadillo de jamón y le dieron lo que aparece en la foto adjunta.
INCOMESTIBLE.
Eso no es jamón y vete a saber de que día es.
El bizcocho reseso.
Se aprovechan de los guiris.

Muy mala calidad de los platos y más teniendo en cuenta los precios. Que te pongan marisco congelado y otros productos del mar enlatados en Santiago no tiene sentido, les sale más caro y encima la gente no sale contenta...
Aparte de esto añadir que todos los productos estaban sobre cocidos... langostinos achicharrados y almejas gomosas...
La atención fue buena, pero no remonta nada de la nota, teniendo en cuenta la mala experiencia culinaria.

Solo una estrella porque menos no puedo. Fuimos expresamente para comer un buen arroz de marisco, y nos sirvieron un arroz bastami con curry y almejas blancas congeladas del pacífico, a un precio totalmente desorbitado. La ración de pulpo su contenido principal era patatas cocidas, con 4 trocitos de pulpo (Nada de 300 gramos de pulpo, será más bien de patatas) y de las vieiras y croquetas "caseras de paquete" mejor ni hablar. En plena ola de calor sin aire acondicionado, sin ventilador y para colmo salta la luz. La cuenta desorbitada. Para nada recomendable, si quieres vivir la magia del Camino y que se vacíen tus bolsillos, esté es tu sitio.

Desayunamos y fue todo un acierto. Tostadas bien servidas con un pan casero, nada de precalentado. Si te gusta un buen pan para desayunar es tu sitio. Local pequeño pero acogedor cerca de la catedral.

Genial trato exquisito y comida riquísima. Volvemos sin duda