Restaurante Izarra

Buscando donde cenar dimos con Izarra en la parte alta de Estella.
Creíamos que íbamos a cenar de batalla (que se puede), pero nada más lejos de la realidad.
Pedimos de carta unas croquetas de hongos y pulpo a la gallega, y estaba todo exquisito.
Pero entonces es cuando llegamos al jefe final, de postre pedimos chocolate con aceite y sal, con helado de almendra... Y esta gente se ha pasado el juego. Menuda delicia, mi pareja no es muy golosa y casi tengo que arrancarle la cuchara de la mano. Un postre que no olvidaré en mucho tiempo.
El lugar es un bar, normal y corriente (en apariencias), la atención fue genial, camareros muy amables. De hecho cenamos en terraza y por tema mosquitos no encendieron luces, cosa que se agradecía.
Recomendable al 200%, os he hablado del postre?
P.D. pocas fotos, pero entre la poca luz, el cansancio y la comida tan buena... Es lo que hay.

Muy buen sitio para comer. Buena relación calidad/precio siempre teniendo en cuenta que Navarra es más caro de lo normal. Comimos de menú y el arroz con cordero estaba espectacular. En realidad estaba todo bueno, carrillera, pochas, solomillo… El postre que era una tarta de chocolate muy rica también.

Hemos pedido croquetas d hongos, patatas bravas y chipirones. Las patatas igual tenían demasiada salsa, el pan te lo ponen sin pedirlo pero no está incluido en el precio de las raciones. Las croquetas lo mejor. El servicio ha sido rápido.

A ver.. No sé por donde comenzar porque quiero hablar del postre.
Intentaré concentrarme... Dicen que los restaurantes con estrellas Michelin son los mejores, pero, hay sitios como el Izarra que tienen encanto propio.
Por fuera lo verán como un bar/ restaurante más, puedo asegurar que cuando pruebes algo de la carta ya no pensaras igual, pedimos unas croquetas de hongos beltzan que estaban ricas, sustentosas y la cantidad perfecta para compartir, pulpo con pimentón y como si fueran unas patatas poché. Y de postre, (que acá viene lo increíble) chocolate con aceite de oliva, sal en escamas y helado de almendra. Tengo 33 años, soy una persona que le gusta comer y probar cosas nuevas, y este postre es la innovación en mezclar dulce, salado,el toque semi amargo del chocolate, frío y caliente. Y es un éxito!!! El aceite le da ese toque ácido y suave a la boca al mezclarlo con chocolate y es una explosión de sabores, texturas y temperaturas.
No dejen de probarlo, porque se lleva mis aplausos al creador y servidor de esta creación tan llena de diferentes perspectivas de lo que es un "postre".
Mis felicitaciones para todos lo que trabajan en la hostelería y sobre todo al Izarra, que me hace volver a casa con una sonrisa pintada.

Camareros impresentables, tanto el de la barra como el que sirve las mesas. Qué mala educación y mal servicio. Cuando pedí permiso para ocupar mesa, ambos contestaron como si los hubiera insultado y el camarero de las mesas nos tuvo un buen rato sentados sin atender. Menos mal que la relación calidad precio es buena. Mis felicitaciones a la cocina, pero si fuera el dueño de este bar hablaría seriamente con los camareros.

Situado muy cerca de la plaza de Santiago de Estella, tiene una amplia carta para elegir con opciones veganas y con alérgenos indicados.
También dispone de terraza que suele estar concurrida pero es amplia.
Muy amables los camareros, nos guiaron de cara a elegir más o menos cantidad para una cena.
Muy recomendables las guindillas fritas, aunque son de temporada y la chistorra, que sí es mucho la ración, te sirven media y la sepia muy tierna, también un acierto.
Vino rosado bien fresquito y queso de postre. Todo riquísimo y bien de precio.

DECEPCIÓN, DEJA MUCHO QUE DESEAR EN EL TRATO. Entramos para comer (2adultos+2niños) guiados por las buenas reseñas de Google, tuvimos la suerte de que aún quedaban un par de mesas libres, ocupamos una de ellas y ya sentados entró otra familia de 8 después y pude escuchar como les ofrecía nuestra mesa para que estuvieran más cómodos. Entonces le hablé para pedir bebida y me dijo que hasta las 14h no servían comida, a lo que yo le respondí que por media hora esperábamos, pero colocó delante nuestra el cartel de RESERVADO en la mesa y nos invitó a marchar diciendo que lo tenía todo completo. De manera que nos resulta imposible hacer una valoración de la comida, no tuvimos oportunidad, pero el trato dejó tanto que desear que, evidentemente, no volveré ni se lo recomendaría a nadie. El trato justo y amable no debería ser un plus.

Eramos 2 y comimos menú. Nos pusieron en el otras 4 personas comiendo.
Tardamos en comer como una hora.
Llegaron 8 personas más y para sacarnos el postre ...nos pidieron disculpas porque el cocinero estaba liado con la mesa grande..
La comida buena pero sin más.
Son muy lentos.