LavidaesSueño

Un lugar muy especial en un entorno espectacular. Pinchos de autor elaborados con mimo y que no comerás en ningún otro sitio. Excelente atención y una buena carta de vinos.
Si te gustan las infusiones, las preparan con hierbas naturales.
El lugar está decorado con gusto y resulta muy acogedor. Han utilizado muebles reciclados que le dan un aspecto diferente.
Por destacar algo, la tarta Auskalo y la hamburguesa de remolacha.
Un establecimiento con alma.

Segundo intento para probar la atractiva carta, con opciones muy interesantes, y segunda vez que parece que molestamos y no se puede pedir nada de comer.
Una pena porque me parecía un lugar precioso y una carta envidiable, pero si el trato no es bueno.. pierde el encanto

El local y el enclave muy agradables. Todo lo que comimos estaba muy bueno, se agradece que haya opciones veganas, y el trato que recibimos fue muy amable. Hemos comido dos días seguidos y no nos importó repetir ya que estaba todo muy rico. Volveremos.

Probamos casi toda la carta, porque todo nos tentaba. Muy rico y original, a nada le pusimos un pero. Mi favorito, el hummus de pistacho.
Nos costó un poco llegar, porque el sitio no se ve desde la carretera, y desde fuera no parecía que hubiera nada, ¡pero merece la pena buscarlo! Dejamos el coche junto a la carretera, porque nos pareció arriesgado meterlo, y continuamos a pie los 250m hasta el lugar. Viéndolo después, debe haber una entrada alternativa para coches, pero nosotros no la vimos. Aún así, se llega al sitio por un camino de tierra sin asfaltar.

Un sitio maravilloso. La comida está buenísima y es elaborada. Las chicas te atienden fenomenal y son unos soles. Sitio ideal para ir a comer y a disfrutar un rato de la naturaleza, además de dar vida a la zona. Recomendado 100%

Un lugar con comida deliciosa, en un ambiente totalmente rural, con opciones veganas, vegetarianas y con carne así que hay para todos como lo pueden ver en la foto del menú. Definitivamente es un lugar para ir con tiempo de sobra pues para servir es tardado (contando que las mesas del interior estaban llenas y el exterior vacío (no me imagino cuando estuviera totalmente lleno sería casi imposible pedir algo. La decoración está súper bien cuidada y se permiten mascotas, inclusive tienen juguetes para que se entretenga. Recomiendo las tlayudas y tener en cuenta que el acceso en auto es mejor hacerlo desde el centro del pueblo (por un camino de 5 minutos en tierra) porque en el hotel del Molino hay una bajada complicada que en lluvias es muy fácil dañar el auto. Las chicas son amables

Maravilloso. Un espacio bohemia completamente integrado en la naturaleza, con una oferta de pinchos tan reducida como espectacular al paladar. Volveremos!! Merece el viaje.

Un lugar increíble, muy bien atendido, con una oferta y calidad gastronómica insuperable. Me encanta cómo han logrado manter una experiencia gastronómica muy en lo alto.