Restaurante Hostal El Vegano

Fué uno de esos almuerzos típicos, típicos, todo muy bueno, tapas de ,Queso, jamón y otras de chorizo y salchichón, luego ajoarriero, morteruelo con Tajadillas,que tuve la sensación de estar en Cuenca, claro que nos queda cerca y se nota la influencia. Bueno luego manitas, gazpachos manchego y embutidos de orza, bien regados con un buen vino de la zona, luego unos postres muy típicos como el alaju y pastelitos muy buenos, en fin que no te quedas con hambre, Muchas Gracias por todo, encanta es poco

Me he alojado este verano y en navidad, en total casi un mes. Todo genial. Las habitaciones sencillas, limpias, súper correctas. Tal vez el aire acondicionado poco potente y algo ruidoso. He desayunado, comido y cenado casi todos los días. Buenísimo todo, los camareros, Javi y Gaspar, súper amables, atentos, detallistas, me han tratado como si fuera de la familia. Un lujo! Por supuesto que pienso repetir! Gracias y nos vemos pronto.
Miguel Garrido.

Fuimos a almorzar y todo buenísimo., y la atención insuperables. Repetiremos sin duda. Recomendable.

El trato y la atención muy buena pero la comida dejó mucho que desear. Los macarrones, la pasta blanda y no tenían nada. Pedimos salmón y nos sacaron la cola del llamado "salmón falso" y sin apenas guarnición y el pan que nos sirvieron no era del día.
Una lástima, hace años que vinimos en 3 ocasiones y se comía espectacular y esta vez decepción total.

Nos alojamos en su hostal, habitación correcta y limpia personal muy amable. Nos hicieron precio de cena especial por estar alojados y por la mañana incluso nos invitaron al café con leche. Un trato muy correcto.

Nos alojamos en el hostal. La habitación básica, muy limpia. Bien para una noche de paso. Lo mejor sin duda la atención, el dueño fue super atento desde el minuto 1. Muy detallista. El restaurante también estupendo, cenamos genial y barato.
Repetiremos!

Es un poco caótico ya que te atiende todos los camareros y te preguntan 20 veces lo mismo, pero no se come mal y no es muy caro.
Una apreciación yo los púlpitos los pondría en cazuela de barro y la oreja también.

El local muy limpio y acogedor. La comida muy rica. El camarero demasiado acelerado y un poco brusco en el trato. El menú muy variado y rico. Los entrantes que ponen en la mesa, tendrían que avisar que se cobran fuera del menú.