Restaurante Pensión Mariola

Muy buen sitio para pernoctar y comer.
El pueblo de Agres es precioso y la zona espectacular.
La pensión más bien parece un hotel rural, las habitaciones recién reformadas son perfectas.
La relación calidad/ precio excelente.
El restaurante es muy bueno, comidas caseras buenísimas y precios buenos.
Nosotros estábamos de viaje en bicicleta y nos las guardaron en su almacén sin problema.

Recomendable al 100%

El lugar es bonito, las vistas son chulas, ya que el pueblo está en la parte alta del valle, la atención es buena si no está lleno, cosa que es lo más probable, la comida en su justa medida, aunque más bien menos que más, no existe medio almuerzo, con lo que tienes que pedir entero, hay suplemento según pidas y no es un bocadillo extraordinario que lleve cargado de lo que pedías. Además una casera 2 euros, una copa de herbero 3 euros, creo que son precios altos cuando en el mismo pueblo está lo mismo pero más económico, que un almuerzo normal más café tocado y un herbero sean 14 euros, creo sinceramente exagerado. Pero eso sí, se llena de moteros, por lo tanto lo tienen más que bien.

Cada vez que viene mi familia de Italia me preguntan de llevarlos en la pensión Mariola.
En general es todo casi perfecto, la comida muy buena, el local muy bonito pero lo mejor son el personal y los propietarios, desde que voy ( más de 25 años) ellos están siempre al pie del cañón.
Enhorabuena por vuestra gran profesionalidad !

Llegamos a comer después de un bello paseo en moto desde Alicante por la sierra de Mariola. La comida buenísima, típica de la zona y del postre.... ni hablar, divino. Sin duda pensaremos en volver pero para una estadía de fin de semana. La atención muy buena al igual que las instalaciones

Todo muy bueno, a destacar sus platos de cuchara y carnes.
Fuimos 5 adultos y cinco niños y el servicio fue rápido y de calidad, con niños es importante.
Enhorabuena a todo el equipo de pensión Mariola, sin duda volveremos.

Fuimos a comer en horario de 13:30h a 15:00h ,Íbamos con 3 bebes, y cuando uno lloraba otro había que darle de comer, por lo que los platos se quedaban en la mesa, nos pusieron los segundos y se llevaron los primeros sin haberlos terminado , nos pidieron el postre cuando aún estábamos comiendo. Pagamos 35 euros por persona, y tampoco fue algo de otro mundo para pasar por esta experiencia . Es cierto que nos avisaron que era de 13:30h a 15:00h, pero creo que hay límites y hay que ser más flexibles según la situación de cada uno, y terminar 10-15 minutos más tarde no va a afectar demasiado. No volveremos.

Nos alojamos, comimos y desayunamos.
Nos atendieron muy bien, en lo que se refiere a la recepción para el alojamiento y las comidas.
Nos proporcionaron un alojamiento más grande que el contratado por el mismo precio.
El desayuno estupendo.
La comida, que fue el menú de 20 y algún €, nos pareció un poco caro, pero bueno.

Voy a aclarar mi reseña. Doy 4 estrellas por las habitaciones, en cambio doy 5 por la comida y por el servicio que es de 10.
Como he dicho, la reforma que se hizo a las habitaciones es muy buena pero queda con poca intimidad por la insonorización de las mismas, es mi única queja, y aunque han quedado algo pequeñas son bastante funcionales.
En cambio, la comida es de 10, los precios son altos pero ajustados, y las raciones son hiperbuenas, y el servicio de 10, hubo una atención exquisita y nos aconsejaron sobre las opciones de cena y las cantidades. La cerveza que nos sacaron, triple tostada, está de lujo, y como no...ya que conozco este restaurante desde que era niño, el espacio es increible, lo han mantenido/restaurado lo mínimo para dar el mejor ambiente rústico pero cuidado que este lugar merece. Lo dicho, para mí un 10 comida/servicio.