Ryokan Sushi Talarn

¡Exquisito! Hemos estado en tres ocasiones y a cada cual mejor, platos bien elaborados, productos de calidad, todos los platos que hemos probado están riquísimos, personal amable y buen ambiente. Repetiremos sin duda!

El restaurante está en el patio del Albergue de Talarn, un antiguo convento. Es un espacio amplio, con una parte en porche, equipado con sencillez.
Es sorprendente la amplitud de la carta, así como lo imaginativo de los sabores de sus makis en sus distintas variedades: hosomaki, uramaki, futomaki, . . . y sobre todo sus rollos especiales. Hay oficio y una buena formación de base.
Se ofrecen también numerosos entrantes fríos y calientes, niguiris y sashimi.
Unos mochis deliciosos son el postre adecuado. El de cheesecake de mango es sensacional.
Es un proyecto joven y reciente que viene a animar la oferta de la zona con una propuesta diferente.
El personal, muy atento y voluntarioso, contribuye a la buena experiencia en el Ryokan.
Hay algún aspecto a mejorar como la temperatura de presentación de algunos platos.
Los amantes de la cerveza pueden degustar aquí la japonesa Asahi Super Dry.

Sin duda alguna este es el mejor restaurante de sushi que he probado hasta ahora. La calidad del producto insuperable. Desde luego es un restaurante al que no dejaré de ir.

Comida espectacular, personal súper atento, terraza muy acogedora y muy bien de precio.
Si buscar donde cenar en Talarn 100% recomendable.

Exquisito, muy buena relacion precio calidad, carta extensa, buenos vinos a precios más que razonables, servicio excelente, nos hemos dejado llevar, y ha sido una sorpresa tras otra. Seguro que repetimos.

Está todo buenísimo, se nota la calidad del producto y la técnica excelente que utilizan. Siempre que vamos pedimos el tàrtar de atún, lo sirven con una salsa roja picante y una mayonesa japonesa, también lleva aguacate, pero en su justa medida. Los rolls todos originales y muy ricos. La tempura de verduras crujiente. las gyozas sabrosas. La atención muy buena y muy amables.

La comida decente, buena incluso, la pena es el servicio, lento y da la sensación de muchas mesas para pocos cocineros/camareros, la calidad para la zona en cuanto a productos buena. Pero el servicio y lentitud estropea y mucho una comida que merece y roza el excelente. Incluso las bebidas no tenían el frío recomendado, vino rosado consumió incluso los cubitos...

Una atención fatal, habían muchísimas mesas vacías y fueron incapaces de dejarnos una, porque simplemente no habíamos reservado, ni para llevar pudimos pedir. Fatal trato con el cliente. Hay formas de decir las cosas y de hacerlas, y ese día no las tuvieron.