Masia Gibert

El mejor sitio para comer y para celebraciones, nos casamos allí hace años, y fue una experiencia inolvidable, todos los invitados quedaron encantados, muy buena comida, cantidad y calidad.... lo mejor es que te dan libertad para hacer y adornar.... Los camareros se sumaron a la celebración ... Me encantó, el ambiente,de echo, Vamos a celebrar los 18 años de nuestra hija allí.... Lo recomiendo ....

Comida aceptable.
Calidad/precio razonable, lo que hace que vaya gente y grupos de jubilados, y el restaurant vaya tirando sin generar demasiada preocupación a los propietarios... de lo cual están muy, pero que muy equivocados.
El servicio hace lo que puede, no dejando de ser amable.
El ambiente, siendo una masia, hay diferentes comedores, más grandes o más pequeños, con ventanas o sin ventanas, para grupos o mesas reservadas, pero el factor común es la falta de cuidado genérico de todas las dependencias e instalaciones, sean interiores o exteriores.
Con ganas, una buena gestión y constancia en el mantenimiento, podría ser una buen restaurant de 5 estrellas, pero, de momento, con 3 pueden estar contentos.

He ido varias veces. La comida es buena. El ambiente es agradable pero, esta vez, ha pecado de exceso de ruido. Los comensales eran bastantes y la voz se ha elevado mucho con lo que ha faltado intimidad. Era imposible hablar con tu pareja si no gritabas. Pero en general, yo lo recomiendo.

masia antigua ,situada junto el parque natural de animales salvajes
tambien es tipo granja con pollos cerdos vietnamitas etc
como fuimos con un grupo de gente mayor entramos por la parte de detras a una sala preparada,tambien hay una pequeña hermita que estaba cerrada,hay bar
mal camino para entrar
hemos vuelto con una excursion programada a desayunar y comer
un poco de desorganizacion pues habia bastantes autocares de diferentes sitios el lavavo averiado y habia que dar la vuelta a la masia y bajar escaleras camino y aparcamiento rural de tierra mal arreglado.
mucho calor
la comida buena

Una masia antigua pero en un entorno tranquilo y con terraza y zona para pasear , buena comida casera y buena atención , tienes algunos animales de granja y unos gatitos muy simpáticos que nos acompañaron en el paseo por la montaña

Comida pésima, vedella amb bolets seca no valía nada y la salsa muy aceitosa, luego pedí lenguado y me trajeron gallo una vergüenza, luego el postre un flan de huevo que parecía huero duro en vez de flan un asco y los cafés super aguados y para postre el trato pésimo y se le comenta a la camarera lo de los cafés y encima le supo mal, en resumidas cuentas un 0 cómo restaurante no lo aconsejo a parte muy sucio y muy pobre de luz un -10

Estuvo muy bien calidad precio los camareros agradables fue una.buena experiencia de puede ir con los niños tienen animales k se pueden ver yo lo recomiendo

He ido a comer dos veces, la primera en fin de semana y me causo buena impresión. Menú de fin de semana, rondado los 24€, no recuerdo bien. Los platos, bien. La camarera que nos atendió muy simpatica. Es una masia, que han añadido varios salones. Nosotros comimos en una de las estancias antiguas de la casa. Un comedor pequeño, que da al exterior donde hay una gran terraza donde se puede comer, mal iluminado, que al ser verano tenían la puerta abierta y entraba un poco más de luz. No había aire acondicionado funcionando. Reciben visitas de excursiones de autocares de vez en cuando.
Había bastante gente y como digo no estuvo mal. La segunda vez fue un viernes, menú diario. Salimos a 15€ por persona, tampoco estuvo mal la comida. El lavabo un poco dejado. Encuentro que tendrían que darle un lavado de cara a la Masía.