Casa Pepita Parque Montroig

La pepita nunca defrauda, a pesar de los años sigue siendo un sitio de referencia para comerse una buena paella.

La paella tiene un sabor en su punto, sin exceso de sabor/salada pero con un buen gusto natural.

Las croquetas de cocido también muy buenas y los postres que tienen caseros son también un acierto, en especial la crema catalana.

Valoración 9,5/10

Consejo: para ir sobre seguro mejor reservar. Si tenéis la ocasión id en jueves, paella incluida en el menú.

Restaurante que lleva más de 40 años en el mercado, el cual encontramos por una guía de información de restaurantes que nos dieron al llegar a Miami Playa. Tiene una terraza peculiar.
Nosotros pedimos para beber una sangría al cava y para comer mejillones a la marinera, alcachofas a la romana y arroz con bogavante. Para acabar helado de postre y café.
Todo buenísimo

No me dio tiempo a la foto antes de comer.
Recomendables los calamares a la romana (riquísimos) y los pimientos del padrón.
La paella mixta espectacular.
El trato familiar y profesional.
Sitio para volver, sin dudarlo.

Comida estupenda y buen servicio. Es necesario reservar. La terraza es muy agradable para estar y disfrutar de las paellas, ensalada de tomate y buenos postres. Lo peor el pan. La sangría un poco fuerte pero bien fresquita. Comimos croquetas, ensalada de tomate, dos paellas, sangría, trufas, tiramisú y un café para dos adultos y dos niños total 95 euros en terraza. Muy recomendable.

Un sitio perfecto. Buen servicio, camareros majisimos y profesionales y comida sencilla y de calidad. Un lugar fresco, tremedisima terraza rodeada de vegetación. Repetiremos seguro.

La verdad es que como siempre la comida ha sido muy buena. Buen servicio y precios asequibles. Nos hemos ido satisfechos.

Fuimos 4 personas . Lamentablemente tengo que decir que no nos gustó ni la comida ni el servicio. Comimos paella siguiendo indicaciones de las reseñas pero es muy mediocre y el marisco seco e insípido. Los calamares a la romana, de los peores comidos. La carta de postres todo helados, ni un postre casero. Lo único que se salvó fue la ensalada. Referente al servicio un camarero me pidió que le diera yo los platos de la mesa ....pásame
esos cacharros , otro camarero nos recogió la botella de agua habiendo todavía 4 dedos agua, otro camarero nos sirvió la paella y nos pregunta si todos querríamos bichos (refiriéndose a las gambas, mejillones.. .)
No vuelvo!!!!!!

Los jueves el día del menú (entra la paella valenciana) es siempre un acierto! Hay 2 turnos y toca espera
Pero la espera bien merecida es!!
La paella espectacular y el dueño muy amable
Repetimos todos los años y así seguirá siendo!