Maritime Beach Club Altafulla

Acabamos aquí porque todo en el paseo marítimo estaba lleno. La terraza tiene vistas a toda la playa y en sitio tranquilo. Respecto a las alergias, van un poco perdidos, la carta no lo especifica. El servicio un poco lento al principio, después en el segundo más atento. La fideuá y el arroz vegetal correctos, normal. En los entrantes mejor calamares, la ensaladilla rusa de bolsa de congelados. En general, merece la pena para tomar algo. Se equivocaron en la cuenta! Precio por persona 26€.

Una experiencia desagradable..
No le pondría ni 1 estrella.
Hemos acudido mi amiga y yo a comer en el restaurante donde previamente habíamos echo una reserva. Al llegar al restaurante nos atiende un hombre mayor y des de la barra nos señala la mesa y sentaros ahí..

De primero pedimos unos calamares a la andaluza, unas bravas y pan con tomate. En vez de traernos calamares a la andaluza nos lo trae mezclado con chipirones.. y el pan tomate nos lo ha traído cuando trajo el segundo plato.

Cuando toca el segundo platos hemos pedido una paella marinera para dos ( que parece de 1 persona..) y no nos ha quitado ni los platos del primero y ya nos lo ha dejado todo en la mesa y se ha ido, el arroz está duro y sin hacerse, y encima con olor a quemado y con trozos de quemadura.. y cuando le pido el alioli nos lo trae con el cuenco sucio, lo deja a la esquina de la mesa y se va corriendo.

La terraza con 10 mesas llenas, y solamente con el atendiendo.

La atención ha sido desagradable ya que cuando le llamábamos para pedir algo hacía como que no nos escuchaba y se iba.

No volvería nunca a este restaurante, por la zona y el paseo hay muchísimos más.

De entrada la atención pésima, pedí calamares y me trajeron chipirones. Tenia ilusión con la paella pero decepción total sin sabor y el ¡¡arroz crudo!! Y la presentación no es que digamos que se la curren ni un poco. El chico que nos atendió se le olvidaban las cosas y teniamos que pedirlo una y otra vez y ni presta atención en fin una experiencia que no volveria a repetir ni de coña. Nos vamos muy decepcionados, con hambre aún y ¡¡sin ganas de volver!!

El lugar, en el paseo de la playa de Altafulla, es ideal. Te permite dejar las toallas en la arena y controlar desde la terraza del restaurante tus pertenencias, para no tener que dejarlas entre las mesas, que la verdad es que no hay mucho espacio. Nosotros hicimos un picoteo de entrante, todo exquisito, y de segundo unos arroces y una fideuá. El arroz con pulpo, el más recomendable, para mi gusto.
El servicio es rápido y los camareros muy atentos con los comensales.
Si vuelvo por la zona, repetiré seguro.
Eso sí, es recomendable reservar mesa porque si no, corres el riesgo de no tener sitio.
¡Qué aproveche! 😉

El trato horrible, pasando de nosotras.Teníamos reserva y han tardado en traernos la comida más de dos horas. Hemos tenido que perseguirles, literalmente, para que nos dieran cubiertos, pan y el vino. El cocinero ha sido mal educado al quejarnos. No nos han traído lo pedido, y eso que era menú. Los raviolis de salmón con crema de champiñoñes ha resultado ser raviolis con agua de haber cocido la pasta, y no sólo un poquito, con salsa de tomate de bote. Postre ni nos han ofrecido y nos han invitado a marcharnos . Experiencia horrible. Sin sentido, fatal, terrible.una pena , lo único las vistas. Recomendación cero. Una pena

Hacen fiestas cada viernes y cada sábado hasta las dos de la madrugada en la terraza exterior.

La música es tan alta que no podemos dormir viviendo a 300 m de distancia.

No me puedo imaginar lo que deben sufrir las casas más cercanas. Deberían controlar la música o redirigir los altavoces hacia el mar para que no afectara a los vecinos.

No sé si las fiestas son privadas de miembros del club o gestionadas por el grupo gran claustre que les alquila el local restaurante. Me sorprende mucho, en cualquiera de los dos casos, la falta de respeto por el entorno.

Además he encontrado un artículo del 10 de julio de 2020 del Diari de Tarragona que dice que es una terraza ilegal y debe cerrarse.

Producto y trato correcto. Sin sobresalir en ningún aspecto, del mismo modo que tampoco peca en nada en concreto. Un sitio correcto. Sugeriría mejorar la acústica del salón, cuando está lleno se hace difícil hablar incluso con quien tienes delante.

Trato horrible, nos han tratado fatal des del hombre que atiende en mesas hasta la niña que hay en la barra. Menos mal q la comida no ha estado mal. No repetiré si siguen estando los mismos camareros