Restaurante La Barca

Restaurante La Barca en el puerto de Santa Pola, comida familiar en un ambiente agradable, tiene terraza y salón interior acristalado bien decorado. Lo que hemos probado todo muy rico. El camarero un tanto despistado pero bien servido.

Comimos un festivo a medio día allí. Reservamos el día anterior y aunque llegamos tarde nos guardaron la mesa. La atención de los camareros impecable y aunque a veces los platos se retrasaron un poco, ellos compensaban esa espera.

Sobre la comida, pedimos gambas de varios tipos, un must en Santa Pola, y... espectaculares. De plato principal arroz del senyoret, el cual tenía una cantidad muy buena y estaba delicioso para la cantidad de arroces que servían. Muy recomendable.

Eso sí, dejar sitio a los postres porque son dignos de probar: las milhojas y el pan de calatrava de 10.

Un detalle precioso es que ponían agua a las mesas con perros ya que hacía bastante calor.

Un lugar muy bonito, acogedor y agradable.
Un lugar que por el simple hecho de como es exige mucho en cuanto al servicio y cocina.
Sinceramente esperaba más, espero puedan mejorar las cosas. Volveré a ir porque siento que todos tenemos una segunda oportunidad, el postre espectacular.

Está muy bien ubicado, en el mismo puerto y la atención por parte de los camareros ha sido muy buena y ágil. La comida también de muy buena calidad, muy recomendable el calamar a la romana, super tierno y muy bien hecho y las raciones son bastante grandes, por lo que no te quedas con nada de hambre.
Su carta consta de una amplia variedad de platos, arroces, carnes, pescados, ensaladas....Y el precio también muy bueno en cuanto a su relación con la calidad.
Sin duda, hemos venido en varias ocasiones y no nos defrauda 😊

Fuimos para la celebración de un cumpleaños.
Pedimos diferentes platos al centro y todos estaban riquísimos.
En verano recomiendo reservar, aunque bien es cierto que ahora en invierno la zona interior estaba llena.
Pedimos la ensaladilla, calamares, pulpo a la plancha, patatas bravas y entrecot.

Al lado del mar, en la parte del puerto. Muy concurrido. Es un restaurante grande, con terraza muy grande e interior y con bastante personal. El servicio depende del camarero que te toque. Siempre amables, pero pueden eternizarse en tomarte una nota o traerte una cuenta. En cuanto a la calidad de la comida es media y, tras ir cuatro veces, deduje que también depende del turno del cocinero. La última vez el pulpo a la plancha se les había pegado y los mejillones al vapor estaban recocidos hasta tener textura gomosa. Recomendado para quien quiera comida rápida de costa, sin muchas pretensiones.

El lugar está en un sitio muy bonito frente al puerto, la atención es bastante mala. Hemos tardado 5 horas en comer por la lentitud del servicio. La comida bastante mala y el precio muy elevado para lo que te dan. Las paellas demasiado arroz requemado y casi sin marisco. El pulpo muy seco he insípido. Las rabas tenían sabor dulce y no tenían casi rebozado. . Nada recomendable.

La ubicación del sitio es preciosa, tienen gran variedad de platos y con un precio asequible. La paella de bogavante y el pulpo a la gallega fue lo que pedimos y estuvo bastante bueno. Además el personal es atento y rápido.