Bona Cuina
Ctra. de Rellinars, 191, 08224 Terrassa, Barcelona, España
4.1
257 reseñas
8 comentarios
H2F4+XM Terrassa, España
Reportar ubicación
Reclama esta ubicación
Lunes: 9–16
Martes: 9–16
Miércoles: 9–16
Jueves: 9–16
Viernes: 9–16
Sábado: 9–16
Domingo: 9–16
Martes: 9–16
Miércoles: 9–16
Jueves: 9–16
Viernes: 9–16
Sábado: 9–16
Domingo: 9–16
Pésima organización.
Aún no han entendido que a los clientes siempre tienen razón, que hay que mimarlos, y que se negocio funciona por los clientes que entran, a los que atienden y cobran. Sin los clientes contentos su negocio se va al cierre.
Y como son cortos de miras, no ven que muy cerca hay otro negocio similar donde el trato y la comida son exquisitos.
No pensaba poner ningún tipo de comentario pues pienso que no sirven de mucho, pero ante las mentiras del propietario me veo en la obligación de aclarar lo sucedido.
Para empezar, nosotros NO LLAMAMOS (1ª mentira) a pedir un pollo, fuimos a la tienda a pedirlo personalmente como casi cada fin de semana pues vivimos al lado y por proximidad compramos siempre allí. Encargamos el menú de pollo con croquetas, doble ración de champiñones y una de ensaladilla rusa. Una vez hecho el pedido le dijimos a la chica (que me conoce) que íbamos a hacer unas gestiones al centro y volveríamos aproximadamente a las 11:30. Como a muchos nos pasa, los planes no salieron según previsión y al darnos cuenta de que no llegábamos empezamos a llamar (2ª mentira, dice que no tuvo noticias nuestras) para que por favor no nos dejaran sin comida, pero nunca cogieron el teléfono. Al final llegamos sobre las 12:50 (3ª mentira, dice que llegamos a las 14:30) y la cola doblaba la esquina, después de 15-20 minutos de cola me acerco a la dependienta para indicarle que estábamos allí y me dice “el pedido se ha cortado”, así sin más explicación; me quedé tan planchada viendo que la vitrina estaba llena de comida y que aún faltaban dos horas para el cierre del establecimiento que no le respondí nada y, por respeto a ella y a la gente que había, preferí irme y no quitarles más tiempo. A eso de las 14:30 volvimos para manifestar nuestro descontento con la situación y justo estaban hablando de nuestro pedido por lo que les dijimos que no nos parecía correcto que nos hubiesen dejado sin comida y va y me contesta: “si quieres te doy el pedido ahora”. ¿En serio? ¿Después de habernos hecho marchar con las manos vacías y tener que buscar alternativas para comer, me dices que sí hay pedido? Nos pareció tan fuerte que entramos en discusión y de repente del fondo de la cocina sale un señor cual gallito de corral manoteando y moviendo la cabeza desafiante diciendo “qué pasa, qué pasa” y en lugar de intentar solucionar la situación, se limitó a decir con un tono despectivo que como no habíamos llegado a tiempo, el pedido se había anulado y que ellos apagan el teléfono (normal que no tuviera noticias nuestras), que si veíamos que no llegábamos teníamos que haber ido a avisar que no llegábamos. Vaya respuesta; si yo puedo ir, voy y cojo el pedido. Fue una situación bastante incómoda que sacó lo peor de nosotros ante la impotencia de ver que estos señores no entienden que no se puede tratar al cliente de esta forma.
En fin, por suerte hay mas sitios de estos en la ciudad y algunos bastante cerca que espero les hagan bajar del pedestal en el que se creen que están pues una cura de humildad les vendría muy bien.
En definitiva un 4/10.
Hoy tenía gente en casa y hemos pasado a comprar comida para llevar y nos ha encantado todo lo q hemos comido. Muy bien cocinado y producto de calidad. El precio me ha parecido también muy correcto. Sin duda volveré a comprar.
Fuí a por algo de comer a este establecimiento, y bueno el trato de la dependienta venida a más fué el de casi perdonarme la vida si le preguntaba cualquier cosa.
Al llegar a la pregunta inevitable, que fué,: ¿Me puedes poner queso en los macarrones? me dijo:- A ver si tengo..., a lo que le contesté ya harta de sus borderías:- Si no le ponéis queso a los macarrones ¿ A qué le ponéis? Ella, tras la pregunta entró en trance y entró en escena un personajillo que apareció por ahí detrás con un fajo de billetes en la mano y también venido a más, que me dijo:- Es que no ponemos queso en los macarrones, y se quedó con cara de incredulidad tras mi petición , recuperó el tono y me contestó: (Con una mala leche increíble ) Eres la primera persona que lo pide, me dijo!
Le contesté: Que personas más raras vienen a este establecimiento, que no le ponen queso a los macarrones! total que salió la chica que había ido a ver si tenía queso o no, y sevé que encontró algo. Gracias a Dios!!! Pude comer queso con los macarrones!!! Me quedé alucinando por el mal trato recibido por parte de los dos dependientes, uno por meterse con esa soberbia y agresividad en su tono al hablar, y la otra sin palabras, sobretodo por pedir algo básico que son unos macarrones con queso! De vergüenza, sin duda no volveré! Aparte porque la comida no es tan buena como si la mala educación de los que lo regentan!
PESIMO SERVICIO. PESIMO TRATO RECIBIDO. SON LOS REYES DEL MAMBO.
NO ENTIENEN QUE A LOS CLIENTES HAY QUE MIMARLOS QUE SU NEGOCIO FUNCIONA POR LOS CLIENTES A LOS QUE ATIENDEN Y DE LOS QUE COBRAN. SIN LOS CLIENTES CONTENTOS SU NEGOCIO SE VA AL CIERRE.
Y COMO SON CORTOS DE MIRAS NO VEN QUE MUY CERCA HAY OTRO NEGOCIO SIMILAR DONDE EL TRATO Y LA COMIDA SON EXQUISITOS.