Bar Ilarria

Buen sitio de paso para echar una cervecita después de un paseo por los alrededores. Es un bar tienda junto al camino de Santiago y junto al frontón. No hay otro en el pueblo.

Un buen bar para tomar una cerveza con un pincho(bocata) mientras descansas en el Camino. El camarero que nos tomó nota fue muy majo, y nos sirvió súper rápido. Nos pusieron un pincho de tortilla casera que estaba delicioso, aunque en mi opinión me pareció un poco pequeño. La terraza es amplia a pesar de que el local es bastante más diminuto.

Muy buen trato y buena atención. No tiene opciones veganas pero tiene fruta y buenos pinchos para quien lo pueda comer. Muy atento y muy dado a ayudar al peregrino sediento.

Una comida exquisita y un servicio perfecto. No se puede pedir más a un restaurante sito en un pueblo de 100 habitantes y con 20 peregrinos. Buenísima la oreja de cerdo a la gallega y las carrilleras de cerdo ibérico al Oporto, cerrando con un mousse de limón casero que suaviza el paladar. Os lo recomiendo.

Oscar.

Un buen sitio para hacer un alto en el camino

Comida y postres caseros buenísimos y a buen precio. Tiene una amplia terraza. La dueña, Ana, es encantadora. Suele haber peregrinos, ya que el Camino de Santiago pasa por ahí, y hay un albergue en este (precioso) pueblo gestionado por los dueños de este bar.

Pues el problema está en que a partir de las 19.30 no te sirven cena ni nada, y es el único bar abierto en el pueblo... Todo un detalle de la señora que lo regenta.

Bar de pueblo k no tenía mucha variedad de pinchos pero ricos, las croquetas un poco conjeladas por dentro