Abrigo De Los Toros Del Prado Del Navazo

Es el abrigo que más nos gustó.
Esta más apartado y aparentemente descuidado pero el camino para llegar nos pareció más salvaje y divertido, y es el mejor conservado o en el que se ven más figuras de todos los abrigos.

Esta demasiado abandonado, parece que tienen poco interés, las autoridades competente en esta área parece que no les salen las cuentas para mantenerlo
Quitado este estirón de orejas a los responsables, hay poco que ver al tener el contorno mal es costoso llegar a ver las pinturas rupestres, pero eso siempre es interesante verlo

En la estancia en Albarracín hay que buscar tiempo para visitar los abrigos rupestres. Es un paseo agradable, mejor en otoño o primavera, que se puede hacer en una hora y en la que los visitantes encuentran información en cada abrigo, debidamente protegidos.

De todas las pinturas rupestres de la zona, para nosotros la más impresionante y bien conservada. Los niños pueden verla y entenderla con claridad. El acceso está bien preparado con escalones y pasamanos.

Saliendo al final de la parte nueva de Albarracín fuimos al abrigo de la fuente del Cabrerizo con sus pinturas rupestres y un bonito mirador, luego llegamos al Prado del Navazo y vimos sus pinturas rupestres, luego volvimos por un camino ancho de tierra. La ida una pasada, buenos paisajes y muy bien señalizada, la vuelta un poco descafeinada.

Saliendo desde el parking y siguiendo el sendero rojo “Sendero del Prado del Navazo” vamos por el camino del cascantejo y el Prado del Navazo a cruzar el barranco del Navazo llegando a una bifurcación de senderos para visitar, subiendo a la derecha tenemos este abrigo. Uno de los mejores conservados. Para este sendero se recomienda calzado adecuado para subir por monte y rocas.

Paisaje rocoso entre pinares, lugar para no tener prisa y recrearse con las maravillas imposibles que crea la naturaleza

Muy buen sitio para visitar con y sin niños. Se puede visitar en 1 hora, y también está genial para ir a pasar el día, ir de picnic o hacer carne a la parrilla, ya que hay zon habilitada para ello. Hay un gran parking con sombras, parque infantil y zona con mesas y bancos de piedra. Es enorme y da mucho juego para hacer rutas y ver pinturas rupestres.
Me ha sorprendido gratamente.