UN PELUDO EN CASA

Mi pareja tiene una gata positiva en inmunodeficiencia, sin síntomas. Yo tengo un gato negativo y vacunado. Dentro de poco nos vamos a vivir juntos después de muchos años preocupados por el tema de la convivencia futura. Dado que en este caso es algo INEVITABLE, porque no va a abandonar a su gata, tanto él como yo hemos llevado al veterinario a nuestras respectivas mascotas este mes para tratar este tema, que bien sabemos que es complicado. He aquí la diferencia:

La veterinaria de mi pareja: Nos informa de las posibilidades de contagio (menos del 10% en gatos vacunados) pero dejándonos claro que tenemos que asumir que la posibilidad siempre existe. Nos explica que la otra gata de mi pareja, hija de la gata que es POSITIVO, lleva dos años dando negativo y que es muy buena señal dado que sería el contagio más probable (entre madre e hija) y no se ha producido. Además nos da múltiples consejos para la convivencia (mantenerlos separados si vamos a viajar y no van a tener nuestra supervisión, tener comederos y areneros separados, una presentación gradual y correcta que evite peleas para que no se de la posibilidad de contagio por la sangre..)

La veterinaria de este lugar que estoy reseñando: "LO QUE DIGA ESA VETERINARIA NO ME SIRVE DE NADA, NO PUEDEN CONVIVIR" (como si tuviéramos alternativa) y ya la guinda del pastel: "VERDAD QUE NO TE JUNTARÍAS CON UNA PERSONA CON SIDA?"

Esto a parte de no dejarme explicar la situación ni hacer el amago de, al menos, aconsejarnos sobre la convivencia o sobre NADA EN ABSOLUTO a parte de increparme, invalidar a otra profesional y hacerme llegar a casa llorando.

Entiendo que su deber es advertir y concienciar, pero la diferencia de trato entre una veterinaria y otra lo dice todo. Ya bastante mal trago es para nosotros todo este tema de la convivencia entre nuestros gatos y estamos intentando hacer todo lo posible para que estén bien, ya que su salud es prioritaria para nosotros. Del comentario sobre las personas con sida ya mejor ni hablamos...

Claramente no pienso volver aquí.
Cero tacto.

Casi 7 años lleva mi peludo con ellos , hemos intentado cambiar a otro vete por cercanía pero siempre volvíamos al mismo por el trato y la cercanía que nos transmite , no es el típico veterinario de hacer pruebas por hacer para sacarte los cuartos.

Sólo tengo palabras de agradecimiento para ellas en especial a Alicia por el trato recibido tanto a mis animales como a mi

La verdad es que solo tengo buenas palabras para todos los que trabajan allí, son encantadores y un magnífico trato a nuestro pequeño, pero sobretodo siempre muy profesionales en su trabajo. Muchas gracias!!!

Muy buenos profesionales, amables, agradables, saben cómo tratar a un animal que ya de por sí para ellos es angustioso salir de su zona de confort para ir a que les hagan "perrerías" pero ellas lo hacen todo más sencillo

Un robo de clínica veterinaria, llevamos a nuestro perrito y solo por ponerle encima de la mesa y tocarle una vez la pata sin hacerle nada más y mandarle unas pastillas nos cobraron 55€!!!!! No volveremos nunca más nos ha parecido una verdadera estafa!!

Íbamos a otro veterinario, pero después de descubrir un peludo en casa no hay color. Muy buena atención y te explican todo muy bien

(No puedo/no sé borrar mi reseña, como se me ha pedido, así que por lo menos la modifico a algo "más suave"). Soy Marta Ruenes, la última veterinaria que ha pasado por esta clínica en los últimos 8 meses. Solo puedo decir que la mayoría de los comentarios positivos que tiene esta clínica en las reseñas, son de los últimos 8 meses (justo cuando yo empecé a trabajar aquí), anteriormente no tenían tantos, ni tan buenos. Eso demuestra todo a favor mío. A parte de todo el apoyo que estoy teniendo por privado, de clientes (qué pena que no me han autorizado a subir sus comentarios por aquí). Las reseñas están para desahogarse y es lo que estoy haciendo, nada más.