Finca Llíber (Casa Rural)

Nos encantó la cabaña, tenía lo necesario para pasar unos días de relax, en medio de la naturaleza, un entorno perfecto para descansar. Nos sorprendieron con dulces caseros riquísimos, y huevos de las gallinas. Mi niño estaba encantado y disfrutamos mucho de la piscina. Lo recomendamos 100%

Un lugar encantador y tranquilo en plena naturaleza. El jardin hermoso y muy bien cuidado. Los dueños muy atentos y dispuestos a ayudar. Sacha es muy buena cocinera y nos trajo unos dulces deliciosos para probar. A mis hijos le encantaron los muffins de manzana. Se me olvido pedir la receta. No lo puedo faltar. Lo recomiendo plenamente.

Magnifico lugar para descansar y desconectar. Un lugar muy bien cuidado , con una esencia maravillosa , y con el más cuidado detalle.Sasha y Shalte , maravillosas personas que han estado en todo momento atentos para que no nos faltase de nada. Recomendado 100x100. Volveremos!!!!

Una gran experiencia rural en el interior de Alicante. La finca es muy agradable, repleta de vegetación y cultivos mediterráneos, perfecta para relajarse y desconectar. La piscina y sus gallinas son un punto ideal para los niños, que se lo pasarán pipa.

Hay varias opciones para alojarse, recomendamos la cabaña de madera o la casita, en la que estuvimos nosotros (es sencilla pero con todo lo necesario para pasar unos días, incluida una cocina muy equipada. Sólo se echaba en falta un sofá doble cómodo, ya que únicamente hay uno individual).

Los anfitriones, holandeses, son muy agradables. Recomendamos disfrutar de algún desayuno o cena preparados por Sacha, una gran cocinera que prepara platos saludables basados en los productos de su huerta.

En cuanto al entorno, la situación es perfecta: se encuentra a 20 minutos en coche de las playas, y está en pleno Vall de Pop, rodeado de viñedos, pueblos muy cuidados como Llíber, restaurantes y bistrots de campo y rutas de senderismo espectaculares, como la del Forat de Bernia, que está a tiro de piedra.

Fantástica la hospitalidad y el mimo con el que Sacha y Schelto cuidan todos los detalles. Finca Llíber tiene todo al alcance pero, a la vez, ofrece calma y tranquilidad lejos del ruido y el estrés de la ciudad. Además, puedes disfrutar de deliciosos desayunos hechos con productos locales y de su propia cosecha.

Tengo que decir que este lugar es infinitamente mágico e increíble, he estado aquí 4 días y se me hicieron los días más cortos de mi vida, sinceramente no quería volver a casa jajaja, LO JURO. Pude ver el cielo pintado de mil estrellas y escuchar cómo el viento acaricia los árboles, éste lugar es muy relajante te hace desconectar de la rutina, te hace olvidar cualquier cosa, te envuelve todo su encanto, es un sitio super cómodo, tiene de todo u cuando digo de todo me refiero a que la cocina está totalmente equipada, tiene todos los utensilios, lavavajillas, lavadora, horno, agua caliente, toallas, sábanas, juegos de mesa (muchísimos), tiene sofá cama, aire acondicionado, parking, barbacoa y piscina, todo muy bien cuidado. Por otro lado los anfitriones son bellísimas personas, a parte de que son atentos, cordiales, educados y muy respetuosos, tengo que admitir que hacen hasta lo imposible para hacer que los que estén ahí se sientan cómo en casa PD: LOS DESAYUNOS DE SASHA SON HECHOS PARA LOS DIOSES, es una cocinera increíble, hace unos desayunos muy muy saludables y con ingredientes torpemente naturales, su mermelada, sus cakes son mundiales. Estoy muy contenta de haber encontrado este sitio y sin duda los repetiría mil veces, así que si tienen la oportunidad de quedarse en este sitio no duden en hacerlo es simplemente espectacular. La pequeña cabaña holandesa más bonita de España.

¡Nos encantó nuestra estancia en Finca Lliber! La cabaña es súper acogedora, y todo estaba cuidado al mínimo detalle. Los anfitriones son de 10, nos trajeron huevos de sus gallinas, dulces caseros para merendar y almuerzo recién hecho el primer día. Sin duda un lugar perfecto para una escapada.

Mi opinion sobre la finca es extraordinaria. Estuve con mi mujer e hijo alojados en la canbaña de madera, la cual no le faltaba nada, cuando digo no le faltaba, es que tenia de todo y era preciosa.
Nos atendieron estupendamente y con mucho detalle.
La finca es muy tranquila y el entorno muy bonito. La verdad es que repetiremos sin duda. Muy recomendable