Es un sitio en un enclave privilegiado. Junto al mar y con vistas de toda la playa de Bahía.
Espero que mejoren el servicio y la cocina. Nuestra experiencia de hoy ha sido desastrosa:
A las 14.30h de un sábado con el bar medio vacío no les quedaba de ninguna tapa.
Teníamos reserva para 6 y nos ofrecían una mesa que no cabían más de 4, estando las mesas grandes ocupadas por 2 y 3 personas.
El arroz a banda y el arroz y marisco solo se diferencia porque uno tiene gambas peladas y el otro sin pelar. Todo congelado.
Venden platos combinados con huevo frito y cuando le pides pan para mojar el huevo te contestan que por orden de la jefa no sirven pan, solo picos.
Les pedimos un plato de calamares mientras venía el arroz y nunca llegó. Lo sirvieron en la mesa de al lado. Cuando se lo dicen les parece tan normal.
Cuando viene la encargada a hacer la cuenta le explicamos todo lo que había sucedido, su respuesta fue echar la culpa a la jefa y los chicos, que son nuevos y que no sabían. Ya no es que falté profesionalidad, sino mucha actitud y aptitudes.
El colofón ha sido que al sacarnos la cuenta nos dicen una cosa y luego con la tarjeta nos cobraron otra diferente. Más, por supuesto. Al reclamarlo negaban el error hasta que la mesa de al lado descubrió que habían cruzado las cuentas.
Para no volver y es una pena por el magnífico sitio. Aquí engañarán a la gente una vez, pero no más.
Espero que mejoren el servicio y la cocina. Nuestra experiencia de hoy ha sido desastrosa:
A las 14.30h de un sábado con el bar medio vacío no les quedaba de ninguna tapa.
Teníamos reserva para 6 y nos ofrecían una mesa que no cabían más de 4, estando las mesas grandes ocupadas por 2 y 3 personas.
El arroz a banda y el arroz y marisco solo se diferencia porque uno tiene gambas peladas y el otro sin pelar. Todo congelado.
Venden platos combinados con huevo frito y cuando le pides pan para mojar el huevo te contestan que por orden de la jefa no sirven pan, solo picos.
Les pedimos un plato de calamares mientras venía el arroz y nunca llegó. Lo sirvieron en la mesa de al lado. Cuando se lo dicen les parece tan normal.
Cuando viene la encargada a hacer la cuenta le explicamos todo lo que había sucedido, su respuesta fue echar la culpa a la jefa y los chicos, que son nuevos y que no sabían. Ya no es que falté profesionalidad, sino mucha actitud y aptitudes.
El colofón ha sido que al sacarnos la cuenta nos dicen una cosa y luego con la tarjeta nos cobraron otra diferente. Más, por supuesto. Al reclamarlo negaban el error hasta que la mesa de al lado descubrió que habían cruzado las cuentas.
Para no volver y es una pena por el magnífico sitio. Aquí engañarán a la gente una vez, pero no más.