Casa rural Entre Acebos

Estuve en 2016, y hoy viendo fotos he tenido muy buenos recuerdos de mi estancia allí. La propietaria era muy amable, estaba allí pero nos dejaba tranquilos, me gustó mucho .
La casa es una preciosidad, muy confortable, tiene unos enseres nuevos, mucha limpieza, los artículos de la cocina muy abundantes.
Es pueblo es muy escaso, pero si os gusta el turismo rural es visita obligada. Hay una cascada muy conocida en la ruta de una excursión por esta zona.

Hay hora de llegada y salida muy concreta, en la casa solo hay 4 rollos de papel, un paño de cocina, una bolsa de basura, tres pastillas para el lavavajillas y pocas toallas para un fin de semana de aforo 6 PERSONAS. La casa llena de bichos, sobre todo arañas y moscas por todas
las paredes. El casero es muy desagradable, prohibe casi hasta respirar y no es nada comprensivo. Si quieres algo extra como leña ya que tiene una chimenea para barbacoa, te toca pagarla o llevar carbón. Tiene jardín pero ni si quiera se puede jugar con una pequeña pelota.
Vive en la zona privada del lavado de toallas y sábanas y según sus palabras textuales se quedaría allí "para vigilar durante todo el fin de semana", a pesar de ser personas adultas y mayores de edad. Para no repetir.

Pasamos la Semana Santa en esta casa y muy bien. Casa muy bonita, limpia y con todo lo necesario para pasar una buena estancia. Dueño muy agradable. La zona ideal para hacer senderismo, visitar Puebla de Sanabria y el lago. La única pega es que hay poca cobertura y el Wifi no funciona bien

Camas y mobiliarios muy comodos. La casa está muy bien. La lástima es el casero que con su desconfianza y avaricia no permite el disfrute del lugar. Nos cobro la leña. No deja jugar al balón. No se pueden mover vasos de una casa a otra. Se descosió una manta de sofá y nos cobro una hora de costura.

La casa muy bonita y el jardin precioso muy bien equipado, pero las toallas hemos tenido que alquilarlas, la leña pagarla y no había wifi a pesar de ofrecerla en su página. Las camas pequeñas y los colchones y almohadas incómodos.
Además de esto, la casa llena de normas e indicaciones impresas y pegadas por toda la casa.

El pueblo y la zona preciosa!!

Es una pena que una casa tan bonita deje de serlo por un trato incómodo y tan poco acogedor.
El dueño te pone mil y una normas antes de darte las llaves lo que incomoda y hace que te de miedo hasta sentarte en el sofá por miedo a romperlo. En mi opinión, poco limpio y más después del Covid (los baños tenían restos de los inquilinos anteriores). Además, la wifi iba mal porque se comparte con otras dos casas colindantes y los colchones durísimos.

La casa en sí esta muy bien, tiene un buen jardín que se comparte con la casa de al lado y el entorno es muy bonito así como su ubicación (a media hora de la puebla de Sanabria que es una pasada). Se pueden hacer rutas para ver unas cascadas.
Sin embargo todo esto se ve empañado por el empeño del propietario por incomodar a sus huéspedes. Hay carteles por toda la casa y al entrar el primer dia da demasisda información de todos los cuidados que necesita la casa. Además el wifi no va nada bien ya que usa una línea para tres casas.
Bastantes cosas a mejorar

La casa es bonita pero no estaba lo suficientemente limpia ni tampoco contaba con todo lo necesario para pasar un fin de semana. No ponen toallas, paños de cocina o papel de cocina en su defecto, una unica bolsa de basura, poco papel higiénico, solo habia regilla en el horno pero no bandeja, nada de leña para encender la chimenea (si quieres un pack te lo vende los de la casa rural por 6 euros) vamos que no volveremos.