La Marimorena

Es un local tranquilo y muy acogedor. Después de pedir la consumición y ponernos pincho, pasaban bandejas con más pincho variado a cada minuto!
El camarero que nos atendió fue súper educado y agradable, la comida estaba exquisita, los baños limpios...
Primera impresión fantástica, repetiré sin duda! Lo recomiendo un montón!

El único local de la baldosa que no ponen tapa, el local muy bonito, pero huir, la persona que atiende la mesa es sorprendentemente difícil de entenderse con ella, la diferencia entre tapa, ración, consumición, parece algo incomprensible para ella. No volveré.

Local que ha cambiado mucho la calidad de la comida y la carta desde hace un año, en comparación a día de hoy.
En anteriores ocasiones, para comer y cenar, era un sitio estupendo: menú variado y bien elaborado. La cena de hoy....deja mucho que desear. Carta escueta , y cantidad de comida irrisoria para 5 comensales adultos (tras guiarnos por el asesoramiento del camarero). Hoy era un día de plenas fechas navideñas, y entendemos que el local estaba abarrotado y el personal desbordado de trabajo... Pero, además de la poca comida, recibimos ''respuestas muy poco afortunadas o desagradables'' por parte del camarero. La suma de comida escasa+ actitud poco amable, hacen que a día de hoy no recomiende este lugar para disfrutar de una buena cena o comida en el centro de Vilagarcia.
Para los usuarios que toman simplemente alguna bebida o consumición, siempre traen tapas o pinchos variados. Además, el local está bien decorado y cuidado, convirtiéndolo en acogedor. Para pasar un rato tranquilo y charlando, si que todavía sigue siendo un lugar recomendable.

Muy bien hace más de un año, gracias a la cocinera con una carta rica y variada y al personal siempre atento. Actualmente se ha venido a menos, ha subido mucho los precios, bajado la calidad y la atención del personal ya no es la misma. Nada recomendable

El sitio en si no está mal para picar algo porque pasan la bandejita para comer algo distinto con cada consumición. Ahora bien, en cuanto a la comida... nos sirvieron una tapa con la patata sin lavar bien y tierra incluida y la tosta que tenía setas eran de las malas, no frescas... Comida pretenciosa que no llega a ser lo que parece. Un sitio muy de aparentar.

Creo que no están preparados para tener mucha gente en el local. El trato de los camareros muy bueno, el local acogedor, pero relación calidad/cantidad/precio bastante mal. La cantidad más allá de escasa. Comimos tortilla (mediana) del tamaño de mi mano (incluyendo los dedos), estaba rica pero para el tamaño cara de carallo, después gyozas, no están mal pero, nada de otro mundo, luego fajitas de pollo, que no se como las harán pero sabe a todo menos a pollo, nos supo a los 4 que las comimos mal, más bien como a un paté de atún, no se, pero a pollo eso no sabe. Y después por último berenjenas en tempura, estaban buenas, pero demasiado dulces, a mi personalmente me sabían a churros. Ahh! Y no entiendo como va lo del pincho, porque hubo a gente que se lo pusieron y a otra que no (entre los que no estamos nosotros). Gracias por el trato pero fuimos a probar y en eso se queda.

Comida muy rica y muy buen servicio, muy agradables los camareros. Es una pena que no tienen Estrella Galicia, pero tienen Mahou, Mahou Maestra y Alambra Reserva. El sitio no es muy grande, pero se pueden realizar reservas (aunque encontrar un teléfono de contacto no ha sido fácil). El pulpo algo duro, pero el resto de platos que pedimos estaban muy ricos

Fenomenal ambiente en un local clásico pero renovado. Magnífica cocina y buena oferta de vinos y cervezas. Fantásticos postres. Relación calidad precio inmejorable. Hay que probar los calamares, boquerones y zamburiñas.