Bodegas Eguren

La visita y la comida todo de 10. La guía nos llevó por unas cuevas chulísimas que me hicieron sentir como en una novela de fantasía ❤️ y después nos hicieron una cata de varios vinos muy ricos. Los alrededores son muy curiosos y están muy cuidados. Para comer me adaptaron el menú en versión vegana y se lo curraron un montón. Estaba todo delicioso y hecho con cariño. Las alubias pochas con verduras increíbles y la morcilla vegana también. Muchísimas gracias ❤️

Hemos pasado un fin de semana,no podría agradecer suficiente la atención de recepción,camareros,la guía del circuito de la bodega, personal de tienda, la limpieza increíble de todo el lugar,no solo baños, habitación sino hasta el último rincón, un maravilloso lugar donde hemos disfrutado mucho. El menú abundante,variado y sabroso,con degustación de tres vinos,blanco,crianza y reserva. Con el precio de la habitación entra desayuno,mini bar y ruta a la bodega con explicación de la familia de Vitorino y degustación de tres vinos con un bombón relleno de aceite que al tiempo de uno de los vinos el sabor se engrandece en el paladar.
Todo el lugar es nuevo,tiene de todo, hasta para cargar coches eléctricos, al rededor del recinto hay caminos con chocos increíbles que cuenta una historia, casitas,cuevas con distintas decoraciones etc, mil fotos hemos sacados. Viñedos donde la vista no alcanza.
El restaurante tiene un paisaje de ensueño, las habitaciones grandes, limpias, ducha de chorros,wifi, televisión. Uno de los ascensores tiene un lado de cristal que se ve las barricas de la bodega. Actuaciones en directo.
Repetiremos seguro.

Me encanta comprar sus vinos en la plaza de Abastos de Vitoria-Gasteiz. Pero lo que me flipa es parar a tomar uno en las bodegas en Páganos-Laguardia... Asun y el equipo son gente verdaderamente atenta.

Hotel moderno y muy tranquilo rodeado de viñas y ubicado sobre las bodegas.
La visita a las bodegas y la cata con Rebeca lo mejor!! Una gozada escucharla hablar, transmite su pasión por el vino y un inmenso cariño a la familia Eguren-Cendoya.

Entorno precioso y bodega con encanto pero el trato del personal deja bastante que desear para una bodega así. Hay vinos y bodegas mejores por la zona donde, además, tratan a los clientes de forma apropiada

Buena bodega, buena gente y por supuesto excelentes vinos.

Rapidos, atentos y profesionales. Un poco escaso para dar la vuelta, pero sin problema.

Muy bien y el dueño un señor humilde y buena gente