Ermita Rupestre de San Miguel

Un sitio curioso!! Sin duda merece la pena subir las escaleras para ver mejor el interior, ya que el cristal que impide la entrada se encuentra muy sucio y no deja ver bien.
Por otra parte la entrada superior tiene la puerta rota y es una pena que haya gente que se dedique a grabar el interior de las paredes...

Vaya ermita más increíble, de toda la zona esta es mi favorita
Tanta luz, tan grande, las escaleras para verlo desde arriba un acierto, aunque deberían conservarlo mejor, porque es algo realmente muy especial

Pelín a desmano pero curioso de ver. Desde fuera parece estar cerrado con un portón de hierro, pero no. Empujad y entrad

Es una maravilla de lugar. Con barbacoa y mesas. Ideal para visitar en familia. Es un lugar olvidado de Castilla y León. Merece mucho la pena. Está en el pueblo de Presillas de Bricia, un pueblo con una iglesia románica muy chula y lo mejor de todo es las gentes de la zona.

Eremitorio muy interesante. No se puede visitar su interior. Se puede ver desde el exterior subiendo una escala metálica. Tiene anexo un baptisterio rupestre. Difícil de localizar el paraje por señalización escasa. Sería recomendable instalar algún panel informativo.

Es un espacio muy tranquilo, la ermita en si esta cerrada para evitar vandalismo ya que es de arenisca y por tanto delicada.

Antes de llegar a la ermita nos encontraremos con un buen merendero, con un par de barbacoas lo cual hace de este sitio un buen lugar donde pasar la tarde, ya que las vistas están muy bien.

Muy bonita, el único inconveniente que se la ve es el enorme abandono que sufre y que muchos vándalos van a dejar su nombre escrito haciendo así que se carguen siglos de antigüedad, muy recomendable.

Ubicada en Presillas de Bricia, muy cerquita de la vecina ermita rupestre de Arroyuelos. Su acceso está algo complicado, en el pueblo hay que coger una pista asfaltada a mano dcha, justo antes de llegar a la iglesia, está señalizado pero los carteles están tapados con los contenedores de basuras con lo cual es imposible verlo. Nada más acabar el asfalto se deja el coche, no hay mucho espacio, y a partir de ahí se atraviesa una verja que da lugar a un merendero en cierto estado de abandono y tras un breve paseo llegamos a la Ermita. Se encuentra cerrada, pero podemos acceder al interior de la misma por una escalera colocada a un costado. Una vez arriba podemos bajar a su interior por una pequeña escalera. Por desgracia se notan los efectos del paso del tiempo y de algunos vándalos. Muy recomendable de visitar.