Pastain

Si volvemos a Euskadi repetiremos en Pastain. Juanita y su marido son unos amfitriones atentos y serviciales. Hemos estado en la habitación 5, cama d matrimonio y dos plegatines, muy espaciosa. Por 68 euros la noche. Todo correcto, limpio (no impecable pero limpio). La cama grande muy comoda asi como las almohadas. Los plegatines para los niños no tan comodos. Al lado del rio, se oye el agua y relaja. Pero tb al lado fe la via del tren pasa alguna vez peor no nos molestó. Derecho al comedor de abajo y a la cocina creo que pagando unos 3 euros al dia, no lo utiliamos. La cocina es justita, vieja, podria estqr mas limpia pero es correcta. Es comodo poder dejar algo en la nevera. Legazpu no es un pueblo con ningun encanto, pero esta bien dormir alli y sobretodo a este precio. La casa esta a unos 3km del centro del pueblo

Es la primera vez que me alojó en una casa rural me ha encantado su entorno la habitación muy limpia y muy amable el personal

Literalmente las personas más amables del planeta i el sitio es muy bonito.

La casa está ubicada en un entorno estupendo y muy tranquilo, con habitaciones con baño propio y una zona común de comedor y cocina. Es de resaltar que Juanita es muy amable y espontánea y se presta a ayudar en lo que se necesite. Hemos echado de menos que la casa estuviera algo más limpia porque algunas cosas, como la nevera, estaban más sucias de lo debido. Hay lavavajillas, que está muy bien cuando somos muchos

Caserío bien equipado. Camas cómodas y de calidad. Cocina sucia y limpieza de suelos muy escasita. En el pasillo no nos pusieron la calefacción. Y la dueña demasiado atenta, se presentaba en casa sin avisar, asustaba un poco

Los caseros son los mejores. Es un sitio increíble con vistas espectaculares. El caserío es de piedra con un gran salón con chimenea y cocina con todo tipo de utensilios. Se puede alquilar la casa entera. Las habitaciones son muy amplias con su propio baño, la cama muy cómoda. Volveremos seguro. Aupa Pastain!!!

Una casa amplia, con todas las comodidades y en un entorno natural maravilloso.

Hemos alquilado la casa entre 10 amigos y todas las habitaciones contaban con baño en suite, algo que nos ha gustado mucho para adelantar los aseos y que no se amontone la gente. Además, la cocina comedor muy amplia para reunirnos todos y la posterior sobremesa.

El tiempo también ha acompañado y hemos aprovechado la terraza para desayunar y pasar la tarde al sol.

Por otro lado, cabe destacar la magnífica calefacción en todas las estancias y esas gustosas sábanas de franela.

La anfitriona y Mikel, toda la familia, un cielo.

Volveremos seguro.

Juanita es un encanto de persona, si necesitáis cualquier cosa ella o su marido os ayudarán. Los alrededores son espectaculares, y no dejéis de ir a la Forja, ellos os lo recomendaran. La casa es silenciosa y el espacio para cocinar es muy amplio. Nosotros fuimos post-COVID tçy ningún problema, se cumplía todas las normas.

Repetiremos seguro