Castillo de Albanchez de Mágina

La subida es durilla pero las vistas merecen la pena.

Desde el inicio del sendero, cualquier lugareño os dirá dónde comienza, hay unos buenos veinte minutos de ascensión por escalones de obra bastante altos.

Una vez arriba uno se sorprende de cómo podría permanecer allí aunque sólo fuera un pequeño cuerpo de guardia.

Son quinientos metros andando lo que hay que recorrer para llegar a la cima del castillo.

Recomiendo ir con deportivas y estar un poco en forma porque son muchas escaleras con fuertes subidas. Lo digo porque yo he tenido que cargar hasta con el perro para arriba.

Muy chulo el recorrido hasta la cima, en todo momento vistas increíbles de vértigo.
Recomiendo subir arriba del todo del castillo.

Si tuviera que decir un punto negativo es que me encontré con latas vacías en el interior del castillo.

La experiencia con más adrenalina en tiempo. Que no nos engañe su pequeñez porque su situación sobre las rocas, la elevación, la estrechez de sus puertas y su buena conservación hacen que sea una visita para intrépidos. No apto para gente con problemas de corazón. Hay que subir bastantes escalones desde el pueblo. Vistas increíbles!!!

Castillo de origen árabe del siglo IX.Fué muy codiciado por su punto estratégico y es que desde su punto más alto puedes divisar toda Sierra mágina.El acceso está muy bien señalizado y el trayecto,aunque corto, es bastante empinado.Aconsejo dejar el coche en la parte del tanatorio,encima del ayuntamiento.Aunque lo suyo, es dar un paseo por sus calles y descubrir un poco más de la historia.Tiene bastantes carteles explicativos.

Lugar acogedor gente amable para subir al castillo hay 400 escalones merece la pena subir y disfrutar de sus vistas

Castillo del siglo XI construido por Ibn al Saliya, señor de Sumuntan, con la intención de servir de frontera a los territorios conquistados.
Tras la reconquista, Fernando III y la Orden de Santiago modificarían el castillo, dándole la forma redondeada que hoy se aprecia.
Para el que quiera visitarlo, debe saber que la visita es libre, pudiendo subir sus más de 200 escalones a cualquier hora del día. La subida es empinada y dura, y todo lo que subas después deberás bajarlo. Así, que si decides verlo, tómatelo con calma y elige un día fresquito y con poco sol, sino te será imposible llegar a él.
Una vez que llegas a lo alto, tendrás una recompensa, tus ojos se deleitarán con un paisaje único del Parque Natural de Sierra Magina.
El castillo tiene muchos recovecos, si subes recorrelo entero porque merece la pena, eso sí, ten mucho cuidado porque no hay ninguna seguridad y cualquier traspiés puede hacerte caer desde una altura considerable. Teniendo cuidado no debe pasar nada.
No es aconsejable subir con niños, cualquier descuido puede salirte caro, ya sabemos que los niños son unos curiosos natos y hay muchas zonas peligrosas.
A mí me ha encantado, aunque al día siguiente tenía agujetas en los gemelos de tanto subir y luego bajar escalones, pero sarna con gusto no pica.
Sin duda, merece la pena visitarlo.

Una ruta muy entretenida y ligeramente exigente, pues aunque es muy corta, son muchos escalones hasta llegar. El castillo es muy pequeño, pero tiene incluso patio de armas. Lo mejor son, sin duda, las vistas. Muy recomendable su visita si pasas por este pueblo.

El castillo se encuentra fuertemente enclavado en una cresta rocosa, a una altitud de 950 m. De origen árabe, se le conocía con el nombre de HUTAR. Fue conquistado por los cristianos, en concreto por los caballeros Santiaguistas del convento de Uclés, en el año 1231. Este castillo, junto con el de Bedmar, se dió en encomienda a la Orden de Santiago.
Los restos que hoy podemos ver (un pequeño patio, dos torreones y un aljibe) son solamente el Alcazarejo, ya que por la constitución tan quebrada del terreno, el recinto del castillo en sí se situaría unos 50 m. más abajo, al pie de la cresta.
Se encuentra en un estado de conservación y restauración muy bueno.
El acceso se realiza desde el mismo pueblo, por un sendero bien señalado, subiendo por una larga escalera con cerca de 350 escalones, alternandose con tramos de tierra. Aunque la subida es un poco trabajosa, tiene su recompensa. Tanto el camino de acceso como la cima tiene vistas extraordinarias.