Castillo de los Guzmanes
21840 Niebla, Huelva, España
4
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986C+VQ Niebla, España
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Hablamos de una construcción que tiene más de dos mil años, por la que han pasado muchas culturas y sigue en pie.
Se ha reconstruido en parte, pues con el transcurrir de los tiempos, había deterioro de algún tramo.
Por dentro se puede observar el patio de armas, la zona de habitabilidad de señores y soldada, y otras partes de esta construcción defensiva. No puedes perderte la Farmacia del castillo, es digna de verla, aunque es pequeñita.
Un paseito por lo alto de la muralla, cuando el calor lo permita, te presenta unas vistas de ensueño, tanto de la campiña como del río Tinto.
Visita este lugar si vienes a mi tierra, Huelva.
Hay, en cambio, testimonio de una importante edificación de esta época, junto a la Puerta de Sevilla, así como una gran profusión de sillares romanos en los cimientos y esquinales de las torres de la fortaleza y muralla.
Niebla poseyó una alcazaba en época musulmana, que es entregada al rey castellano en la rendición de la ciudad en 1262. Posteriormente la villa, y con ella el alcázar, se entrega al señorío de los Guzmán (1367), estos la repararon y reconstruyeron en parte. En los últimos decenios del siglo XV o principios del XVI es cuando se construye el castillo. Don Enrique, cuarto Conde de Niebla y segundo Duque de Medina Sidonia, fue el único representante del linaje de los Guzmán que habitó alguna vez el castillo.
Los constructores de este magnífico edificio fueron alarifes mudéjares traídos expresamente para ello; estas personas llegaron a constituir una importante colonia en la ciudad cuyas relaciones fueron reglamentadas mediante ordenanzas en 1493.
A fines del siglo XVII o principios del XVIII debió construirse la barbacana norte sobre los restos de la antigua, que estaba ya muy deteriorada en 1615.
Todo el recinto, y especialmente la torre del homenaje, sufre enormes daños con el terremoto de Lisboa de 1755.
El mariscal Soult, durante la Guerra de la Independencia, repara muros de su cerca y abre troneras en los muros de la barbacana para la artillería, en 1810. Es la última vez que este edificio cumple su función militar. Pero en 1812, antes de su retirada vuela el edificio y lo deja completamente derruido.
Desde esta fecha se convierte en un lugar de vivienda de personas marginales, hasta que en 1935 Mrs. E. Wisah intenta desalojarlas de allí, para lo cual construye una barriada. Se construye a finales del siglo XV o principios del XVI.
En la década de los 60, el arquitecto D. Rafael Manzano restauró el muro norte del primer recinto que estaba destruido y actuó en el muro del homenaje. También actuó en el patio principal, encontrando la cimentación y la organización de las crujías interiores. Es obra suya también la escalera del patio principal.
En los años ochenta se realizaron obras de limpieza y consolidación de parte del castillo por el arquitecto D. Manuel López Vicente.
La Escuela Taller de Niebla y el proyecto Arqueológico de Niebla han realizado trabajos de rehabilitación de la zona de la barbacana norte.
Está situado en la zona noroccidental del Conjunto Histórico de Niebla, entre las puertas de Sevilla y la del Agujero.
El castillo consta de dos recintos. El primero, el castillo propiamente dicho y el segundo, un perímetro defensivo exterior que rodea al edificio interior por completo.
El alcázar, en la actualidad, se presenta protegido por diez torres (seis cuadradas y cuatro cilídricas), construidas, al igual que los lienzos de muros, en mampostería con zócalos y aristas de sillería en las esquinas. Cuenta con abundantes troneras características del tipo "cruz y orbe". En su flanco norte, el lienzo del castillo se confunde con el propio recorrido de la muralla que rodea toda la villa, al encontrarse la fortaleza adosada a este recinto murado.
El recinto interior consiste en un rectángulo subdividido en otros dos por un muro central prácticamente desaparecido. Uno de ellos sería el patio de armas donde se hallaban las caballerizas y otras dependencias militares. El otro patio es de carácter doméstico y residencial, donde se encuentra la torre del homenaje, que se
convertía en el último reducto defensivo en caso de ataque. Esta torre, muy afectada por el terremoto del 2 de noviembre de 1755, es de planta cuadrada.
El recinto exterior está constituido por la muralla norte, que se sustituirá durante el s. XVII