Hotel La Peña

Hotel familiar, muy tranquilo y con ubicación perfecta para disfrutar de la zona. Habitaciones confortables y muy limpias. Desayuno variado con excelente relación calidad-precio. Los jardines parecen un vergel, muy cuidados. Piscina excelente. No disponen de servicio de cena, pero Paola (directora) os recomienda los mejores sitios de los alrededores.
Ya estamos buscando fechas para repetir escapada.

Un lugar con gran encanto. El servicio muy atento y agradable, se nota que les gusta su trabajo. Habitaciones muy limpias y el entorno es precioso, con la piscina, jardín y mucha vegetación por todas partes. Volveremos a repetir. Enhorabuena!!

Situación: queda cerca de Tarifa, playas y chiringuitos. Instalaciones: Aparentemente parece un sitio limpio y lo está. Pasamos mucho tiempo descalzos en la habitación y nuestros pies permanecian limpios. La verdad que pocas veces podemos decir eso de muchos sitios. Las toallas y sábanas estaban relucientes y olían muy bien. La hacienda es muy grande y bonita tanto por fuera como por dentro y transmite mucha paz. El personal es muy amable también. Nuestro desayuno no estaba incluido pero lo cogimos. Te ofrecen un bufet con diferentes cosas (pan de diferentes tipos, dulce, cereales, algo de fruta , yogurt… lo vi completo). Nuestra estancia fue corta pero quedamos encantados, tuvimos paz y belleza a partes iguales

El hotel La Peña era una antigua casa de campo reconvertida en hotel por los propietarios. Rodeado de preciosos y frescos jardínes, con una piscina que es un lujo, y que en los días de Levante se convierte en un refugio muy cotizado.

Hemos estado varias veces y para mí desayunar en las mesitas del jardín, rodeada de flores y pajaritos, es un gran placer.

Hay dos tipos de habitaciones, en el patio y en el jardín, con acceso directo a la piscina a la que puedes ir descalzo pisando el césped.

Qué decir del personal, siempre atento, dispuesto y flexible ante cualquier demanda de los clientes.

Y se puede ir a la playa dando un paseo de 10 minutos. Estamos deseando volver.

El entorno es muy bonito con un jardín precios, pero el acceso es por un camino de tierra que a pleno sol se hace eterno. Por lo demás tiene el mismo problema que los demás hoteles de la N340 y es que sin coche propio o taxi no se llega a Tarifa. Por otro lado conseguir un taxi es una lotería.

Precioso lugar , como para estar allí todo el día. Muy tranquilo. La playa está a unos 500 m. Acesible por un pasadizo.No hay restaurante pero si desayuno bufet por 7 € y bocadillos

Me sentí estafada, ya que reservé la habitación online a 222 eu y cuando llegué cual es mi sorpresa, que las tienen exactamente a la mitad, 111 eu. Tras comentárselo a la persona de recepción, su respuesta es que no quedan más habitaciones disponibles a la ese precio, ya que son las que dan a la piscina. Tras comprobar in situ en su web que aún les quedaba una disponible, ahora su respuesta es que el cambio no es posible por tener ya una reserva previa. No suficiente con esto, al llegar a la habitación, la realidad diste bastante de nuestras expectativas, por lo que volvemos a acudir a la recepción para ver qué tipo de solución nos ofrecen, obviamente, ninguna. El trato de esta persona dejó en todo momento mucho que desear, poca profesionalidad y nada de empatía. Una pena, ya que el lugar es precioso. Pierden un cliente y no lo recomendaremos.

El exterior y los jardines muy cuidado y bonito. Pero la habitación muy mal: una humedad impresionante, bichos (vivos y muertos) y suciedad por el suelo. Por la noche nos despertamos y entraban un monton de hormigas enormes por debajo de la puerta.
Si el precio fuera mas bajo igual no diria nada, pero pagar 89€ (+ 5€ por el perro) por una habitación asi me parece un robo.