Hotel Villa Miramar

Solo una pega, techos bajos del baño q agobiaba un poco (hacen forma de Buhardilla), pero desayuno rico, personal amable y ubicación genial

Estuvimos unos días en plan familiar. El exterior del hotelito es estupendo con un jardín para relajarse y desayunar. La playa es preciosa y con unos senderos muy bonitos para pasear y disfrutar de las vistas.
A destacar la atención de Merche en la recepción, yo creía q era la dueña, pero es una trabajadora como Ángel q está a cargo de los desayunos y es digno de mencionar x su bien hacer y amabilidad. Merche es una persona super atenta, q te da todo tipo de facilidades, tanto para orientarte a destinos de los alrededores como para hacerte la estancia lo más agradable posible. Hace sentirte como si estuvieras en su casa y la conocieras de toda la vida.
Es un pilar fundamental junto a Ángel para regentar el hotelito.
Lo negativo dirigirme al propietario/s para q actualicen un poco el local. La habitación triple de espacio tanto de dormitorio como cuarto de baño es bastante amplia, pero la cama supletoria convendría jubilarla. Hay q tener en cuenta q no siempre la ocupan niños. Es súper incómoda y Merche hizo todo lo posible para poner solución, pero hay sofás cama con colchones super cómodos y buena base, o poner una cama supletoria en condiciones. También comentar q una de las habitaciones q nos tocó era muy confortable y super limpia, pero el cuarto de baño era como un pequeño pasillo.
No obstante, es súper recomendable, x la limpieza y tranquilidad q se respira. El lugar es muy bonito y el trato tan cercano y atento q tienen con todos sus clientes.
Gracias Merche x habernos hecho sentir tan a gusto y a Ángel q tan bien lleva los desayunos y es súper correcto y atendiéndote en lo q haga falta.

La experiencia en Villa Miramar fue espectacular. Una casa preciosa donde, desde el momento en el que cruzamos la puerta, nos hicieron sentir como en casa. Con un cálido recibimiento y amabilidad. Se ubica a tan solo 5-10 minutos caminando de las playas de Póo que, por cierto, son espectaculares.

Es un entorno tan tranquilo que en las noches de verano puedes dormir con la ventana abierta y tan solo escuchar los grillos, las vacas y el viento. Por la mañana, te espera en el comedor de la planta baja un desayuno de buffet libre delicioso, con zumo de naranja natural incluido. Si tienes la suerte de que te haga buen tiempo, puedes desayunar al aire libre en el jardín mientras corre la brisa marina de la mañana. La cama es muy cómoda y la habitación es preciosa.

Para repetir siempre.

Somos una pareja de Valencia, hemos estado 4 días en la habitación abuhardillada ,todo muy bien , muy limpio ,el hotel tiene un punto de novela de Stephen King más que nada por los cuadros antiguos de los anteriores propietarios, pero mola ,el trato muy bien , Merche eres un encanto tía , hemos estado muy agusto , no se puede ser más maja .
Esperamos volver .

Genial.

Pasamos una semana en el hotel y todo perfecto, muy limpio y todo el persona muy amable, especial mención a Merche y Ángel que se portaron con nosotros increíblemente bien.

El hotel es muy antiguo pero para pasar unos días no está mal, el desayuno muy completo y la atención de 10

El hotel es muy chulo, cercano a la playa y en un entorno increíble. Está un poco viejo pero forma parte de su encanto, y el personal es muy amable.
Desayuno espectacular. De noche los suelos y las puertas suenan demasiado.
Aún así es MUY recomendable

El hotel es muy limpio y bonito. En cada habitación hay un secador de pelo, te ponen agua y chocolatinas de bienvenida. Muchas gracias a la recepcionista que nos atendió, fue muy amable.