Pichon Etxea

Las instalaciones exteriores están muy bien.
El menaje muy deficiente, no hay tazas de café, desayuno, la cafetera no es para una casa de 12 personas, no hay ni una fuente ni ensaladeras, ni bandejas etc.
Los colchones y sábanas están viejos, alguna sábana con remiendos.
Lo peor, el anfitrión, no facilita para nada una estancia agradable, pone problemas para todo.
Antes de pagar, hay que dejarlo todo bien atado: fianza, hora de salida, etc... Después todo son problemas, eso sí, alguno se arreglan con más dinero.

El retiro perfecto para unos días tranquilos; entre vinos ,olivos y naturaleza,con un entorno lleno de actividades e historia.

Tenia miedo por los últimos comentarios pero la casa estaba en perfecto estado y un montón de menaje, todo súper limpio y cuidado. Hemos estado comodisimos .

Recomiendo la experiencia

Tambien nos ofrecieron una experiencia de enoturismo que nos encanto

Gente maravillosa y unos días inolvidables. Repetiremos sin duda

Lo único bueno que tiene la casa son las fotos, lo demás.... No hay mosquiteras, no hay menaje para los ocupantes, cuatro tazas de desayuno para 11 personas, no hay exprimidor,algunos colchones son de espuma dura, no hay colgadores para las toallas de baño, los sofás están en el último piso donde más calor hace, la lavadora no funciona, solo hay un frigorífico y da pena como está, sin cajones el congelador, y uno pequeñín abajo que no cabe nada. Mucho trasto viejo, incomodisimo todo... Y el salón cerrado, algo que no lo indican al hacer la reserva.

Una mala experiencia, alquilamos la casa entera para estar en familia y cuando llegamos el salón estaba cerrado y no había un lugar cómodo para estar todos juntos. La casa muy deteriorada, el mobiliario de madera muy incómodo, no había suficiente menaje para desayunar o comer, lo único salvable es que había una buena barbacoa.
Nada recomendable sino se invierte en la casa.

Una buena casa para familias o amigos. Dormitorios, txoko, lugar de pin pong y futbolín, barbacoa, jardines, tranquilidad, naturaleza, sol y en invierno fuego bajo, un lujo. No lo dudes, si quieres pasar unos días entre vinos y viñedos ve a Pitxon Etxea.

Casa muy bien situada. Grande, amplia y bien equipada.Exterior e interior con muchas posibilidades. Miguel Ángel, el dueño, muy amable. Posibilidad de hacer catas en sus propias bodegas.

E.GARCÍA tiene razón en todo lo que indica. Nuestro grupo percibió lo mismo.

Limpio, ideal para familia y amigos, invita al descanso, ocio y gastronomia, bien equipada para ello, vistas preciosas tanto de dia como de noche(por la cantidad de estrellas que se pueden ver) y la familia Muro siempre dispuesta a ayudar en lo que necesites.