Hostal Leo

Nos hemos desviado de la autovía para comer en el pueblo de casualidad, vaya suerte hemos tenido por decidir comer aquí.
Servicio rápido y muy profesional, trato muy familiar y agradable, los platos contundentes, con raciones generosas y una relación calida-precio buena.
Enseguida se ha llenado el comedor, nos vamos muy satisfechos por el menú.
Desde luego, si volvemos a pasar por la zona, tendremos en cuenta este establecimiento.

Una comida hecha en casa con una calidad espectacular. La cantidad es rebosante y el sabor y el producto como hacía mucho tiempo que no veía. Hemos pedido alubias con almejas, patatas con bacalao y lechazo, espectacular! Gente esperando en la puerta para un menú de 8 primeros, 8 segundos y una variedad magnífica de postres. Volveremos seguro!

Estupendo restaurante para cenar como si estuvieses en casa. La dueña es una persona encantadora. Si pasáis cerca no os lo perdáis. El precio también fenomenal

Fuimos a comer debido a la alta puntuación de las reseñas y nos llevamos un chasco. Nos sirvieron una gaseosa abierta y desbrabada y luego comprobamos que tanto las gaseosas como los vinos que habían dejado a medias otros comensales, en vez de desecharlas, lo mezclaban para obtener una botella entera y servirla en otra mesa. Comimos de menú diario y la paella dejaba mucho que desear. Era arroz insulso con colorante y súper pasado de cocción. No recomendable.

De vuelta a Madrid,vimos un desvío y ahí que fuimos a buscar un sitio donde comer,y la verdad que tuvimos una suerte MARAVILLOSA al dar con el Restaurante Leo,la comida como la de casa y el trato a sido inmejorable un encanto de señora! Lo recomiendo 100%.Muchísimas gracias por tratarnos como en casa.

No use el hostal, solo use el restaurante y la verdad no me gusto la comida, me parece que estaba recalentada y no hecha al momento, pedí lechonzillo y estaba muy seco, pedimos café y era más agua y frío, el postre delicioso, flan o quesillo de queso , muy bien servido , casero y delicioso, el baño bastante limpio, la atención muy agradable y amables, el establecimiento en su totalidad limpio, poco espacio entre las mesas.

Me parece que he ido a comer a otro restaurante que al que ha ido la gente que lo evalúa tan bien, mi experiencia ha sido completamente diferente: ni buena relación calidad/precio, ni buen servicio ni grandes cantidades.
La ensalada de pasta con la pasta completamente pasada y de sabor no me gustó, la lasaña escasa, el conejo al ajillo trozos pequeños que la mayoría eran simples huesos, eso sí cuando cogías algo de carne estaba bueno (me quedé con hambre de la poca carne que había y la escasa guarnición), la carrillera de ternera buena. Lo mejor de todo fue el pan.
El servicio malo, sólo 1 persona tomaba nota de los platos y 1 cobraba y no daba a basto incluyendo los pedidos de paellas para llevar y te hacen esperar aunque llegue alguien después.
El precio del menú fue de 16€, a 12€ lo hubiera visto algo caro para la calidad/cantidad/oferta pero por 16€ me sentí totalmente estafada.

No esperaba parar en Melgar, pero como otras reseñas, que acierto viniendo aquí a comer. Hay hasta cola para coger mesa. Comprobé que se forman de las grandes raciones que sirven en el menú del día: 14€ que son muy rentables.
La comida a un buen nivel y los postres también.
Gente amable, adaptable con los platos. No te ponen problemas y eso se agradece.
He comido en muchos sitios de España, y este a día de hoy merece 5 estrellas.