Restaurante Hotel Rural Fonda Molinero

Terminamos la ruta del Cid en Atienza a las 15:15. Llegamos y vimos al alcalde de Atienza nos recomendó este sitio para comer.
Cuando entramos nos recibieron con malas palabras y malos modales...
Solo preguntamos si tenían mesa para dos y nos contestaron de muy malas maneras teniendo el comedor casi lleno de gente, así que la vergüenza ha sido munumental...
Volveremos a Atienza gracias a la atención y amabilidad del Alcalde, pero este sitio ni lo volveré a pisar ni lo recomendaré a nadie.

Un lugar magnífico para visitar la zona.
El propietario súper acogedor, muy bien situado en ese precioso pueblo.
No comimos en el, pero el comedor es muy acogedor, y junto con las habitaciones, recuerdan esas antiguas fondas.
Solo una peguilla, que la ducha sea fija y te mojas la cabeza si o si.
Le propongo a Esteban que ofrezca, solo a quien lo necesite un gorro de ducha, no para todos ya que es un gasto innecesario so no lo necesitas, pero si que disponga de el.
La habitación, al menos la 1 muy acogedora.

Desde el primer momento, es como hospedarse en casa de un familiar o amigo. El trato es impecable y cercano.
Las habitaciones están muy limpias y son muy silenciosas.
Las pizzas, efectivamente son buenísimas, pero el menú no se queda atrás, la fabada, los chipirones, las ensaladas, la carne....buenísimo todo!!!! El yogurt, con miel de la zona...comida casera de la que no se hace, en general, en ningún restaurante.
El desayuno abundante y casero también. El zumo de naranja recién exprimido.
Hemos pasado 2 noches muy a gusto.
Repetiremos y recomendaremos este lugar sin duda alguna.

Muy buena ubicación, La camas son muy cómodas, está muy limpio, y el servicio es excelente. Se trata de un hotel familiar, la persona que lo atienda es muy amable y buen trabajador. La comida es también muy buena, y por las noches hace unas pizzas excelentes y caseras.

Pensé que el local era de la película de Cuéntame, pasable la comida, no se pasaron, la guarnición casi no existía y las moscas imposibles. Necesitaban una buena reforma, aún así de primeras el recepcionista/camarero bastante desconfiado, luego se abrió un poco más. Cambiad los platos, en un anticuario os los valorarán tal vez.

Fui solo a comer. Raciones generosas y platos sencillos pero muy correctos en su elaboración. Cocina castellana convencional sin estridencias ni modernidades. Precio correcto

Nos hemos alojado una noche aqui y todo bastsnte bien en lineas generales, la habitacion y limpia y comoda, aunque la humedad del baño hay que arreglarla... colchon duro pero comodo.
El sitio muy bien ubicado en todo el centro del pueblo. Desayuno excelente y pizzas riquísimas. El trato con el dueño excelente, muy amable y atento en todo

Buen precio, menú del día casero por 17 euros con muchos platos a elegir.
Buena ubicación del parking gratuito y del casco histórico.