Hotel & Spa Rural Las Nubes

Una grata sorpresa las cuevas. Se encuentra en un lugar único. Es verdad que para llegar al alojamiento hay un tramo sin asfaltar que hay que ir más despacio. Lo mejor es llegar hasta el pueblo. Está muy bien indicado. Destaco la amabilidad del personal. Sin duda repetiremos

Mi mujer y yo pasamos un gran fin de semana en este fantástico lugar. El entorno es increíble, llegamos de noche, nos alojamos en una de las cuevas, al día siguiente cuando nos levantamos descubrimos porque se llama "las nubes", estabamos encima de ellas. Destacaria tambien el personal de hotel, muy amable.

Es un excelente sitio, tiene muchisimas imstalaciones la finca, mesa de ping pong, tiro con arco, bicicletas, piscina. El spa estaba averiado pero nos alojamos en unas cuevas que estaban muy limpias y mcon muy buenas instalaciones. La relacion calidad/precio en cuanto a la parte de restaurante (cenamos y desayunamos) es un 7,5/10. El problema es que desde madrid se tarda hora y media y el camino de llegada es por tierra pisada y carreteras comarcales, un poco farragoso

El acceso debería estar asfaltado, es un camino con muchos baches y piedras . La estancia ha sido muy tranquila, agradable gracias a Yanka, su atención y cercania es excelente. La comida muy rica. La única pega es que hemos ido con idea de ir al spa y está cerrado.

El entorno muy bonito, alejado, pero con mal acceso. Nos alojamos en una cueva, y notamos que le faltaba mantenimiento. Además jacuzzi pequeño. Y el baño solo tenía wc, no había ducha. Aun asi sson espaciosas, se agradece. LO PEOR para nosotros, sin duda, fue la cantidad de moscas que había dentro de la habitación... hubiéramos agradecido enormemente mosquiteras para la cama. La atención del personal buena.

Las cuevas están chulas, algo diferente pero para nuestro gusto le falta un poco mas de decoración. Podrian ser un poco mas acogedoras. Lugar ideal para desconectar y relajarse.

El paraje es espectacular. Las cuevas a diferencia de muchas reseñas están en buen estado y son muy confortables. El edificio principal muy cuidado y espacioso, y el desayuno abundante y variado.
El problema llega cuando vas a la piscina: seguramente por ir en plena ola de calor estaba llena de avispas, tanto volando alrededor como muertas en el agua. Había muchísimas, tanto que se hace imposible estar a gusto. Y teniendo en cuenta que es la única actividad atractiva de tu estancia, es una pena no poder disfrutarla.

Mi pareja y yo hemos estado en las cuevas y son increíbles, ha sido una gran experiencia. El desayuno buffet está muy rico y es bastante artesanal, con zumo y tomate rallado natural, embutidos de calidad, y unas vistas maravillosas.
han sido muy amables con nosotros.
Lo único que podríamos decir no tan positivo es que la ubicación está muy apartada, aunque también viene bien para estar alejado de la civilización. Repetiremos!