Cal Paller Hotel Rural

Hotel muy agradable, dirigido profesionalmente. Personal especialmente muy amable y servicial. Desayuno abundante y sabroso. Buena cena y variedad de vinos. Pero lo que es muy importante para nosotros es que nuestros perros fueron bienvenidos en todo el establecimiento. Disfrutamos todo junto con ellos.
Un pequeño punto negativo es que la habitación en la que nos alojamos era bastante ruidosa. Escuchamos a nuestros vecinos hablar muy claramente y roncar por la noche. Pero debo añadir que somos de sueño muy ligero.

Perfecta casa, perfectos trabajadores y perfecta toda la estancia. Una masia antigua reconstruida con mimo y mucho gusto. Todos los detalles están perfectamente cuidados, el personal super atento y simpatiquísimo, una lugar idílico, aislado con unas vistas maravillosas. Puedes descansar, puedes hacer rutas de montaña y un sin fin de más servicios que ofrecen.
Tanto el desayuno, la comida y la cena, todo buenísimo.
Han sido dos días maravillosos que sin duda alguna repetiría.

No encuentro ningún defecto aunque lo busque
Todo en general super bien
Un trato muy amable y familiar
Me supo a poco

Una experiència única. Estivimos con nuestro hijo y ha sido un lugar idilico, todo hecho con mucho cariño y profesionalidad. Indescriptible!!! Hay que venir para conocer la esencia de Cal Paller. Gracias a todo el equipo por estos fantasticos dias!!!!

Fin de semana perfecto en el paraíso. El hotel es preciosa en todos los sentidos, se respiraba paz y tranquilidad. El personal de 10, atento en todo momento, te hacen sentir como en casa. La habitación era muy acogedora con todos los detalles preciosos. Las zonas comunes siempre estaban en perfectas condiciones, y la más maravillosa la zona del SPA. Recomendable 100%, volveré sin lugar a dudas

Ha sido una experiencia perfecta, se respira serenidad. El personal súper atento , todos los rincones cuidados con mucho detalles. Volveremos

Que decir que no se haya dicho ya, hotel rural, pequeño y de un gran encanto, solo llegar ya desconectas de todo, los trabajadores/as son como uno más de la familia, se come riquísimo y que decir del anfitrión Pep, gran profesional y grandísima persona

Nuestra estancia en Cal Paller es fruto de un regalo y menudo regalo! Lugar espectacular, atención inmejorable, comida fantástica... De verdad, que es para descubrir y repetir. Nos ha encantado, sencillamente espectacular en todos los sentidos.