Hotel Vall d'Àneu

Estuvimos hace tres semanas con nuestro perro, el entorno es ideal, un hotel en un buen sitio para hacer diferentes rutas por la zona. La habitación superior es grande, espaciosa, limpia y reformada, hasta nos dejaron unos detalles para nuestra mascota. El desayuno de 10 hemos estado en otros hoteles con más estrellas y este superaba con creces, había de todo, hasta máquina de zumo natural.
El restaurante del mismo hotel, que está enfrente muy bien, buen servicio y muy buena la comida, todo casero.

Al entrar a la habitación lo primero que nos tiro para atrás fue el olor desagradable a cerrado, ni un ambientador tenía ni nada. Durante toda nuestra estancia el lavabo hacía un olor a cloacas impresionante y lo que más me puso de los nervios es que en la descripción del hotel pone que limpian y desinfectan las habitaciones cada día lo cual es mentira porque encontramos un calcetín en el detector de humo de la habitación. La recepcionista muy amable y el personal de comedor también pero estas cosas hacen que no lo recomienda ni la volvería a elegir.

Todo genial! Hemos ido con nuestros 2 perritos y nos han puesto 2 camitas y 2 bebederos y unas chuches para ellos. La habitación toda reformada. El desayuno bien , te puedes hacer zumo de naranja natural y variedad de embutidos. La atención de todo el personal muy bien.

Este hotel fue un gran descubrimiento. La habitación superior es grande, está renovada y la cama es cómoda.

Nos alojamos con nuestro Jack Russell y tengo que decir que es primer hotel de los muchos en los que me he alojado al que puedo considerar pet friendly de verdad: tienen una parte del comedor habilitada para que puedas ir con tu mascota y nada más entrar en la habitación te encuentras con una cama y un bebedero/comedero para el perro. Un detalle que para quienes viajamos con mascota marca la diferencia.

La chica de la recepción es muy agradable: tuvimos un problema en la habitación y lo resolvió enseguida.

El desayuno es buffet libre y me sorprendió que tienen hasta zumo de naranja exprimido junto con varias clases de pan, quesos, embutidos, bollería y otras opciones de desayuno dulce y salado.

Y para terminar, mención especial al señor que lleva el restaurante: cuando fuimos estaba lleno y atendía a todas las mesas con agilidad y siempre con una sonrisa. Probamos la escudella y el entrecot con un vino blanco y puedo decir que hacía tiempo que no comía tan bien. Se nota el cariño que ponen en todo. ¡Y qué decir de la tarta de queso: de las mejores que he probado!

Sin lugar a dudas, este pequeño hotel fue un gran descubrimiento.

A nivel del restaurante siempre había estado bien, pero hoy, además de la sorpresa de la subida del precio del menú (hasta 20eur), hemos estado bastante mal atendidos. Hemos entrado a las 14h y nos hemos levantado de la mesa a las 16h., Y éramos dos personas. Clarísima falta de personal. Además la diferencia de un café y un café con hielo es de o,25€. Creo que 25 CTS.por un cubito es desmesurado.

Fuimos en fechas de Navidad y San Esteban, el hotel no dotaba a los ocupantes de un espacio común en todo el día, no se podia pedir ni siquiera un agua, hasta una sola hora antes de comer o cenar donde abrian un pequeño bar situado delante del comedor.
No habia recepcion ni información.
Faltaban mantas en pleno invierno.
En estas fechas se ofrecia un pack de navidad con menú el cual era abundante y correcto.

Fantástico hotel en el centro de Esterri. Una habitacion con una cama doble super comoda, hacía tiempo que no dormia en un colchón así en un hotel, además tiene un pequeño balcón y no es nada ruidoso. Recomendable si estais por la zona

La Suite con bañera de hidromasaje es preciosa, cuidada al detalle, contiene de todo lo necesario, repetiría sin duda, trato excelente