Hotel Eth Saueth

La bienvenida tan alegre, cordial, siempre con la sonrisa en sus caras. 3 chicas atienden según que horario y a cual mejor. Cualquier duda te la aclaran o si quieres consejos dónde ir, te lo darán con cariño. La ubicación es perfecta, céntrico. La habitación muy limpia y cómoda. Todo el hotel brinda limpieza. El desayuno super bueno, sus bizcochos recién hechos caseros. Tienes zumo, café. Mermeladas caseras. Embutido. Pan. No falta detalle. Ha sido una estancia corta de dos días, pero hemos venido con buen sabor de boca, tanto del Hotel, como de las visitas realizadas por el Valle. Volveremos!!!!

Hotel sencillo y precioso. Servicio inmejorable y desayuno espectacula todo casero y qué bizcochos! . Las paredes muy finas se oye la otra habitación pero repetiré seguro porque se respeta el descanso.

Desde que haces la reserva hasta que te vas todo sin atenciones y detalles que marcan la diferencia. El Hotel está muy limpio, es confortable y nada ruidoso. Hay varios parkings gratuitos al lado del hotel donde siempre pudimos aparcar bien.
Destacar el personal que lleva el hotel. Su amabilidad y preocupación por hacerte sentir bien es lo que más me ha gustado. Olvidé mi cepillo de dientes y se preocuparon en conseguirme uno. Tr preguntan por si has dormido bien, etc. El desayuno es variado, te cocinan al momento una tortilla francesa. Las tartas son caseras. Hemos estado muy agusto.

Hotel acogedor con buena ubicación y una relación calidad/precio excelente. Trato inmejorable, limpio y con unas camas muy cómodas. Te dan todas las indicaciones que necesites para visitar la zona con mucha amabilidad y simpatia. Sin duda repetirenos

Pequeño hotel con una ubicación y una atención excepcional en el bonito pueblo de Tredós.
El desayuno elaborado por Kenia con dulces caseros por 8€ es imprescindible.
La atención y consejos de Sofia de lujo.
En resumen una estancia maravillosa para un finde de esqui.

Un hotel muy familiar y muy tranquilo, atendido por unas chicas encantadoras. Hemos pasado unos días super a gusto

Muy buen trato. Desayuno tan copioso que dura hasta la cena. Además muy bueno. Todo bien.

Personal muy amable y servicial. Estaba todo muy limpio. El baño tenía champú, jabón y acondicionador. La cama era dura y las almohadas cómodas. Nos tocó la habitación con vistas a la montaña y tenía una pequeña terraza. El hotel dispone de aparcamiento gratuito en las inmediaciones.
No desayunamos en el hotel, pero tenía muy buena pinta.

La habitación no es muy grande. Había un perro en una casa cercana que no paraba de ladrar. La presión de la ducha va y viene