Hotel Balneario Prats

Habitación en muy mal estado de conservación, muebles muy viejos, las ventanas no cierran bien. El cuarto de baño con los grifos pintados de blanco y los sanitarios y ducha muy antiguos. Nada más llegar sin pedirlo nos dan dos albornoces, cuando salimos del hotel nos dicen que hay que pagarlos arparte. Por el precio pagado solo tienes derecho a la piscina termal exterior. Sólo es salvable el servicio de comedor. Desde luego la primera y la última

Som muchos años viniendo. El Balneario Prats tiene un punto fuerte que es su piscina exterior de agua termal, y eso no lo encontrareis en ningún otro balneario. Durante todo el año, puedes disfrutar de la piscina dentro de mañana a tarde, sin límite de horario, lo que hace que se te pase el día al aire libre rodeada de un jardín precioso y muy bien cuidado.

Otro punto fuerte es el restaurante, la comida es excelente,
No hay ni un solo pero en los platos. Mención especial al maestro repostero Sr. Teo, y a la Sra. Yoli que atiende el restaurante con mucho cariño y amabilidad con todo el mundo.

Además de esto, mencionar la limpieza del balneario, está todo impecable.

Tuvimos la oportunidad de conocer a uno de los dueños Sr. Jordi, que nos atendió maravillosamente, con respeto y muchísima amabilidad.

Ha diferencia de la opinion que publique en Agosto, he de decir que este fin de semana que hemos estado, el personal del comedor ha sido fantastico, nos han hecho sentir muy a gusto y eso me parece importante. La comida muy buena y muy bien presentada, el personal de recepcion, como siempre excepcional. La habitacion superior muy acogedora y limpia. La piscina exterior termal a 37 grados, una delicia y algo que lo hace diferente a los demas balnearios. Gracias por la mejora de los camareros, felicitaciones a todos ellos.

La relación calidad, precio no es para nada justa.

Estancia cara en relación al equipamiento del lugar y la atención del personal.
Las habitaciones sin remodelar tienen un mantenimiento penoso y demasiado mejorable.
No dan servicio de albornoz y eso que es un hotel balneario.
Las habitaciones no tienen mininevera.
La mujer que atendía en el bar creo que no está capacitada para la atención al público.
No cuentan con servicio termal. Sólo con una piscina exterior de agua termal. El horario de la piscina al cierre no es respetado, tuvimos que reclamar para que respetarán el horario que nos habían señalado en el check in.

Somos amantes de los hoteles termales y este sin duda es el peor que hemos visitado.

Si quieren disfrutar de un maravilloso hotel balneario termal en este pueblo, elijan el Balneari Vichy Catalán: habitaciones mucho más baratas, modernas, muy limpias, remodeladas, obsequio a la llegada (botella de vino helada), albornoz, zapatillas de descanso, circuito termal de una hora incluido en el precio, Servicio de bar amable y barato y más!

Espero que no pasen por la misma mala experiencia que pasamos nosotros.
Prefieran Vichy Catalán sin lugar a duda!!!

Hola buenas...yo dejo mi reseña para que quede constancia, ya que varias veces quise hablar con (la, las, el) personal encargado y no obtuve respuesta...por trabajo estoy bastante por aquí les diré que el pasado 6 de septiembre pedí un café al camarero que había en ese momento, el cuál me dijo que me sentara ya que pasaría mesa por mesa para coger comanda, porque según el estaba sólo para atender la terraza...claro que le dije que no pusiera nada ante la contestación que me dió, ya que yo sé perfectamente cómo funciona este servicio de bar (yo trabajé aquí) ...mi sorpresa fue al salir a la terraza vi que había 10 consumiciones en varias mesas...se queda uno parado cuando pasan estas cosas..y mal sabor de boca el día de tú cumpleaños..no creo que tome muchas cosas mas aquí

Magnífico lugar, con historia y encanto. El personal, formidable, y la comida del restaurante, una maravilla. Es superrecomendable. Volveremos!!!!

Hemos estado en Diciembre, entre semana, pocos usuarios, muy tranquilos, el hotel es precioso (La parte nueva) y el entorno. Lástima del frío por no poder disfrutar la piscina termal. Muy amables, nos mejoraron la habitación y dieron albornoz gratis. Muy limpias y cómodas las habitaciones. Cojines finos eso si. El desayuno continental bueno y correcto.
Lo más flojo para mí son los masajes del balneario.

Un lugar sencillo pero especial para refugiarte unos días y desconectar de todo. Es “como volver a casa” ❤️Trato muy profesional. Las habitaciones zona reformada son muy confortables, hay otra zona del hotel aún sin reformar aunque también muy correctas y todo muy limpio.
La comida refinada y al mismo tiempo tiene muchos platos tipo casero, muy saludable. Buena gastronomía!
La terraza es hermosa y enorme bajo centenarios árboles dónde poder disfrutar un rato.
Los masajes te dejan renovado.
Y la piscina termal al aire libre es inigualable en un bonito jardín y en el corazón de Caldes rodeado de historia.
Me encanta en todas las épocas del año. Pero pasar la Navidad ahí es para no olvidar!!! De 10 🤍