Espectacular el entorno donde está situado, lindas vistas al pantano de Sau y las montañas, ideal para disfrutar de la naturaleza gracias a los rutas de senderismo cercanas. Sin dudar recomendable para todos los que quieran disfrutar de unas vacaciones sanas. Como siempre en Paradores excelente el trato y amabilidad de todo el personal. Para repetir.
Joan Guillen2 años atrás
Me ha gustado bastante aunque tiene detalles de haberse quedado parado en el tiempo, un ejemplo los lavabos. Aunque sea un parador hay que ir adaptando a los nuevos tiempos. Las vistas preciosas. Una cosa que cada vez me gusta menos es poner 2 camas en una habitación doble .... tan solo 2 habitaciones con cama de matrimonio, lo siento pero en los últimos 3 paradores que he visitado me ha tocado camas dobles... lo siento, pero aburre.
Bego “Bbbggg”2 años atrás
Lugar espectacular en medio de la nada con vistas al pantano de Sau. Habitaciones super grandes, cama muy cómoda enorme. El personal muy amable, desde recepción hasta camareros. Por poner un pero decir que quizá le haría falta un cambio de cortinas y alfombrillas de cama.
Mery Guillen Severa2 años atrás
Nunca he ido de paradores, y me pareció una experiencia muy grata, esta situado en un marco incomparable, en pleno pulmón de la naturaleza. En concreto aquí fueron muy amables. Destacar el servicio de restauración, fueron muy detallistas y atentos, para que todo fuera de nuestro agrado. Variedad en la carta y bufet. Impecable en limpieza. Recomendable 100%.
Rafael Medina2 años atrás
Todo correcto, pero tanto en los pasillos como en las habitaciones hace un calor insoportable. Estoy seguro de que lo tienen a más de 25°C, cosa que me parece además de incómodo, un auténtico despilfarro de energía. El termostato de la habitación no permite bajar la temperatura. Aún teniéndolo a 12 grados, seguía saliendo aire caliente. Solución, mes de diciembre y ventanas abiertas...
Hugo O.2 años atrás
Hotel de lujo, con una ubicación privilegiada y unas vistas espectaculares. Habitación enorme con camas súper cómodas. El desayuno es normal sin ninguna exageración, pero con un precio desorbitado de 19 euros por persona Eso no sería nada sino que el camarero es una persona totalmente desubicada, grosero, de pésimo trato con los huéspedes. Nos quejamos en la recepción y no pasó nada. Ni una disculpa. Muy mal. A la mañana pedimos una plancha para la ropa y simplemente dijeron que no podían porque la lavandería estaba cerrada a las 9 de la mañana. Para un hotel de más de 200 euros la noche, con la categoría de Paradores, es una vergüenza. No volveré y tampoco lo recomiendo, a menos que te guste ser maltratado.
Mar Merino2 años atrás
Situado en un paraje natural maravilloso, junto al embalse de Sau. Tiene unas bonitas vistas. Un lugar muy tranquilo. Hay posibilidad de hacer rutas de senderismo. El parador no es muy grande. Tiene un amplio hall con sillones y una bonita cristalera de colores en el techo. El desayuno, en la línea de paradores, muy completo, aunque caro si de paga como servicio aparte. Los camareros muy profesionales, atentos y simpáticos. Muy recomendable si buscas tranquilidad y te gusta la naturaleza. Vic se encuentra a 20 minutos en coche.
Angel Pastor Bertran2 años atrás
Somos socios de paradores, y hemos estado en unos cuantos. En cuanto a personal del restaurante el peor sin duda. Y la comida, exceptuando los segundos platos que estaban muy buenos, no a la altura de un parador. Nos sentamos a cenar, nos traen como siempre el típico aperitivo, me entero que lo era por la mesa de al lado ya que a nosotros la chica que los trajo ni nos dijo lo que era y los dejó en el centro de la mesa. Parecía una salsa para acompañar algún plato, por lo que oímos era una crema de espárragos con algo más sin gusto a nada, sosa. Nos viene el “metre” a apuntar lo que queríamos y en vez de ponerse delante nuestro se pone detrás…sin comentarios. Los primeros platos, un revuelto de setas con huevo y patatas. Aún estamos buscando las patatas, de sabor bueno pero con la sensación de masticar arena a ratos, no sabemos el motivo. Y el otro una escudella con los garbanzos crudos, con un caldo sin sabor a nada y muy sosa, por lo que vemos al cocinero no le gusta demasiado cocinar con sal. Los segundos platos, unas costillas de cordero y un solomillo de cerdo muy buenos la verdad, después del disgusto de los primeros platos lo arregló bastante. Pero una vez terminados los segundos, las camareras preparando las mesas para el desayuno, y entre que nos retiraron los platos, nos trajeron la carta para elegir los postres y volvieron a apuntarlos igual pasaron 30’. Tuvo que venir el “metre” al ver que nadie nos hacía caso y cuando preguntó qué queríamos (ya creíamos que se había vuelto a olvidar) le digo yo lo que quiero y cuando mi pareja le estaba diciendo qué quería ella ya se estaba marchando. En fin, que con esta experiencia no será un parador de los que solemos repetir. Eso si, la habitación muy amplia, cómoda y la chica de recepción muy amable.
Las vistas preciosas.
Una cosa que cada vez me gusta menos es poner 2 camas en una habitación doble .... tan solo 2 habitaciones con cama de matrimonio, lo siento pero en los últimos 3 paradores que he visitado me ha tocado camas dobles... lo siento, pero aburre.
El personal muy amable, desde recepción hasta camareros.
Por poner un pero decir que quizá le haría falta un cambio de cortinas y alfombrillas de cama.
Habitación enorme con camas súper cómodas.
El desayuno es normal sin ninguna exageración, pero con un precio desorbitado de 19 euros por persona
Eso no sería nada sino que el camarero es una persona totalmente desubicada, grosero, de pésimo trato con los huéspedes. Nos quejamos en la recepción y no pasó nada. Ni una disculpa. Muy mal.
A la mañana pedimos una plancha para la ropa y simplemente dijeron que no podían porque la lavandería estaba cerrada a las 9 de la mañana.
Para un hotel de más de 200 euros la noche, con la categoría de Paradores, es una vergüenza.
No volveré y tampoco lo recomiendo, a menos que te guste ser maltratado.
El desayuno, en la línea de paradores, muy completo, aunque caro si de paga como servicio aparte. Los camareros muy profesionales, atentos y simpáticos. Muy recomendable si buscas tranquilidad y te gusta la naturaleza. Vic se encuentra a 20 minutos en coche.
Nos sentamos a cenar, nos traen como siempre el típico aperitivo, me entero que lo era por la mesa de al lado ya que a nosotros la chica que los trajo ni nos dijo lo que era y los dejó en el centro de la mesa. Parecía una salsa para acompañar algún plato, por lo que oímos era una crema de espárragos con algo más sin gusto a nada, sosa. Nos viene el “metre” a apuntar lo que queríamos y en vez de ponerse delante nuestro se pone detrás…sin comentarios.
Los primeros platos, un revuelto de setas con huevo y patatas. Aún estamos buscando las patatas, de sabor bueno pero con la sensación de masticar arena a ratos, no sabemos el motivo. Y el otro una escudella con los garbanzos crudos, con un caldo sin sabor a nada y muy sosa, por lo que vemos al cocinero no le gusta demasiado cocinar con sal.
Los segundos platos, unas costillas de cordero y un solomillo de cerdo muy buenos la verdad, después del disgusto de los primeros platos lo arregló bastante. Pero una vez terminados los segundos, las camareras preparando las mesas para el desayuno, y entre que nos retiraron los platos, nos trajeron la carta para elegir los postres y volvieron a apuntarlos igual pasaron 30’. Tuvo que venir el “metre” al ver que nadie nos hacía caso y cuando preguntó qué queríamos (ya creíamos que se había vuelto a olvidar) le digo yo lo que quiero y cuando mi pareja le estaba diciendo qué quería ella ya se estaba marchando.
En fin, que con esta experiencia no será un parador de los que solemos repetir.
Eso si, la habitación muy amplia, cómoda y la chica de recepción muy amable.