Angelats Hotel

Un muy buen hotel llevado por Diego, el cuál te hace sentir muy bien atendido desde la llegada. Todo muy limpio, tanto habitaciones como zonas comunes, las cuales son muy bonitas, conservando el estilo original. La ubicación genial, está a dos minutos de Ribes, pero parece apartado de todo.
Los paseos por las inmediaciones son otro punto a favor. Si tuviese que poner alguna pega, sería al restaurante, creo que el precio está algo por encima de las raciones, la calidad del producto es correcta.

Inmejorable, un emplazamiento de película . Cómo pueden existir lugares tan bellos, tan bien atendidos, con un servicio tan exquisito. En definitiva, algo memorable para los cinco sentidos. Volveremos, pues hemos descubierto un antes y un después del concepto relax. No quiero pasar por alto su restaurante, La Santa, con una carta y atención de su personal, que ya quisieran muchos hoteles de 5 estrellas aportar el valor y la experiencia al cliente que hemos recibido.

Precioso hotel, el cual data del S.XVIII perteneciente a la familia Batlló. Situado en el bosque, a tan solo 2' de Ribes de Freser, un lugar idóneo para desconectar. La atención del personal excelente, como así también la limpieza y el orden en todos sus ambientes. Tienen opciones sin gluten. No me ha gustado que el desayuno es a la carta, no se ve el producto y bajo mi punto de opinión, las raciones son pequeñas.

Espectacular Hotel!!

Muy recomendable! Muy acogedor!
Con encanto!

El servicio impecable, nos explicaron la historia del edificio

El entorno es de ensueño

El Restaurante La Santa fusiona la comida actual con la tradicional

Muchas gracias

Desde la llegada al hotel, la atención fue exquisita. Nos contaron la historia del hotel y nos enseñaron los espacios comunes, y esto nos encantó.
La habitación (suite) era maravillosa. Está decorada con los muebles antiguos de la casa, incluye un sofá muy cómodo, varios armarios y dos TV. El baño muy cómodo.
También nos encantó sentir calma y espacio para el descanso, incluso con el hotel casi completo.
La comida del desayuno y el restaurante estaba riquísima.
Los paseos por el bosque dentro del recinto del hotel son muy agradables.

Un hotel con mucha personalidad e historia. Un lugar rodeado por la naturaleza y en la que se respira relax, paz y tranquilidad para desconectar de las rutinas, pasear, escribir o leer.
Disfrutamos mucho de la estancia, empezando por el recibimiento fantástico de Diego con una pequeña explicación histórica. Y seguidamente de todo el personal, tanto en el hotel como en el restaurante. Destacar la limpieza de las habitaciones y estancias del hotel.

Felicidades por cuidar todos los detalles de una manera tan profesional y a la misma vez tan personal.

Espectacular.
Es un paraíso que data del siglo XVIII en plena montaña.
Primero de todo agradecer el servicio recibido, a Diego por el trato y las recomendaciones sobre la zona y a todos lo trabajadores por su amabilidad y por transmitir tranquilidad y paz.
La habitación con vistas al valle, con cama king size; perfecta.
Especial mención a los salones, recibidores y el mismo comedor, así como el Restaurante La Santa. Desayunos a la carta con producto local: deliciosos
Escapada que superó nuestras espectativas.

Extraordinario emplazamiento en pleno bosque, donde sólo escucharéis el trino de los pájaros. Las estancias de la casa atesoran una gran solera y las generosas zonas comunes os permitirán disfrutar de la paz y del paisaje. La acogida fue sensacional. Disfrutad la historia de la casa narrada por Diego y gozad de la cocina dirigida por Cristina. Lo mejor es la ilusión y el amor que ponen en el trabajo los gestores del establecimiento. Sin duda, muchas ganas de repetir. No dejéis de visitar el roble milenario y la cascada en la propia finca.