Hotel Balmes

Al final estos hoteles de diseño de cadenas pequeñas fallan por lo importante. El servicio. Te cortas un dedo con un cristal roto del comedor y cuando simplemente avisas para evitar que otro cliente le ocurra lo mismo oyes el murmullo entre los camareros y el “que hubiera mirado mejor”, cuando se trata de una esquina afilada para proteger las bebidas por que la si o si hay que pasar la mano. La tortilla del desayuno 12 minutos para llegar. Con no volver en paz.

El personal es estupendo, en especial Hamza y sus compañeros que me consiguieron un café para llevar ya que el restaurante aún no había abierto y tenía que salir muy temprano para trabajar. Detalles que marcan la diferencia. Todos muy amables y simpáticos. Las instalaciones preciosas y muy cuidadas, además la exposición es genial. Volveré sin duda, 100% recomendado.

Sin más, me sorprende q sea 4 estrellas. Por fotos te da la sensación de baño tipo spa y luego te encuentras uno muy normalito, sin casi presión de agua y con un montón de detalles que son más bien de un baño de hostal. Camas cómodas, ubicación muy céntrica. No repetiré.

Un hotel superbien ubicado para turistear y salir de fiesta. Tiene todos los amenities de un buen hotel (servicio a la habitación, desayuno buffet, gym y piscina). El dueño del hotel es también dueño del museo egipcio de la ciudad, por lo que te dan entradas gratis para el museo al hospedarte ahí y además, tienen todo el hotel adornado con réplicas de antigüedades egipcias.

La localidad es ideal cerca de lugares de interés familiar. Habitaciones limpias. Lo único que deben cambiar son las almohada son incómodas y de mala calidad.

Muy buen servicio al huésped, lo único lamentable; la habitación que nos ha tocado sin nada de privacidad, cerca al cuarto de servicio mucho ruido... en ocasiones malos olores no se sabe si provenientes del aire acondicionado o de alguna tubería

Nos alojamos con mi esposa por 4 noches desde el jueves 22, llegamos al hotel aproximadamente a las 19 hrs. Nos adjudicaron la habitación 113, al llegar a la misma vemos que no se correspondía con lo reservado, habitación pequeña, con una ventana que al abrirla no se veía nada, solo cuatro paredes de un pozo de aire, no teníamos idea si había sol o estaba nublado, ademas cuando en la habitación superior se duchaban y descargaban la cisterna, era como tener una catarata dentro de nuestra habitación.
Nos dirigimos a la recepción a hablar con la persona que nos recibió, ( un señor morocho), le explicamos que esa no era la habitación reservada y el tema de la “catarata” diciéndonos que eso no podía ser, en cualquier caso llamaría a la gente de mantenimiento para que vieran si había algún problema. Esta persona siempre tuvo cero disposición a solucionarnos la situación, diciéndonos además que esa era la habitación superior reservada por nosotros, la cual no se correspondía en nada a las fotografías publicadas. Ahí también y se lo hicimos ver, pudimos corroborar en una tarjeta que nos entregó al momento del ingreso que donde decía el número de habitación estaba tachado con cinta correctora y sobre dicha corrección anotó el número 113, lo que nos dio la pauta que se dicha habitación no era la que se nos había reservado en un principio.
Luego intervino la otra persona de la recepción, (una chica rubia), la cual nos indicó que a la mañana siguiente, se nos iba a realizar el cambio.
Al día siguiente nos fue adjudicada la habitación 511, la cual daba a la calle.

Habitaciones limpias y el personal es muy atento. La unica queja es que si les avisan que hay una mascota estaría bien dar una planta baja. Nos dieron una sexta planta con balcón inutilizable por parte de la mascota ya que se puede tirar o caer, pero necesita tomar el aire por eso la bajamos a la piscina donde hay un patio que está muy bien. Nos hubiera gustado haber podido sacar la mascota en la habitación también pero no fue posible ya que era muy alto y no daba seguridad en ese sentido.