Mar de Frisia

Si haces el Camino Primitivo o el francés, puede ser un buen lugar para hacer noche.
Almudena, la dueña es encantadora. Tiene servicio de cena y el desayuno es correcto. Para salir con fuerzas hacia la última etapa.
Las habitaciones eran espaciosas y estaban limpias. Además cuenta con piscina que, se puede agradecer después de una larga caminata.

La casa es preciosa y tiene una piscina de agua salada. El jardín es enorme. La anfitriona es muy amable. Quizás lo peor fue la cena. Te venden un plato de pollo con patatas por 10 euros sin incluir bebida(salvo el agua del grifo) y en mi opinión es poca comida la que ponen. Después de lo que quemas andando, te apetece cenar un poco más y por 10 euros podría poner aunque fuesen unas patatas más o bajar el precio.
El resto todo bien.

Espectacular. Gran sitio con piscina para hacer la última parada de una noche en el Camino de Santiago, está a 25 kilómetros de la meta. La dueña te trata de manera extraordinaria. Repetiría sin dudarlo.

El establecimiento esta bien y Almudena es muy agradable. Al estar lesionada una del grupo, nos puso en la habitación suite sin haberla contratado para evitar subir escaleras. Quitando eso, el precio de alojamiento es algo elevado para la zona. El desayuno esta bien, pero le falta un poco de embutido.
Punto muy negativo: la despreocupación total por el equipaje que se deja para que lo recoja una empresa de transportes. En alojamientos tan pequeños, lo mínimo es que el dueño se asegure, al menos, de los equipajes que se llevan y traen.

Sin duda, la mejor estancia de todo el camino. Es un sitio increíble. Cuenta con una piscina de sal y un jardín muy bien cuidado.
La habitación y el baño espaciosos e impolutos.
Además, la dueña, Almudena, es atenta y muy agradable. Para cenar prepara pollo a la barbacoa con ensaladilla y para desayunar te encuentras zumo, café, tostadas, bollería... Todo riquísimo.
Nos ha encantado pasar un día allí. ¡Gracias de nuevo, Almudena!

Quizá el mejor alojamiento que tuvimos durante el Camino de Santiago. Al finalizar la cuarta etapa y preparar la quinta y última fue una maravilla descansar y disfrutar de la piscina. Almudena es una mujer estupenda , atenta y disponible para lo que necesitáramos.

Alucinante el lugar:La hospitalidad de Almudena y su familia de 10. Es la segunda vez que vamos y volveremos. Es estar en el paraíso tomando el sol en las tumbonas con una cervecita fresca mientras los perretes jugueteando por el jardín. El mejor sitio del Camino con diferencia

Lugar grande donde tienes piscina, jardines, etc... cuando llegas de caminar puedes pasar un rato allí donde estar relajado y desconectando, la dueña fue un encanto.