Hostal Hotil Coruña Centro

Tuve problemas a la hora de contactar y ser atendida pero cuándo lo conseguí muy bien, me cambiaron fechas incluso a última hora sin problema con solo un euro de diferencia.
La habitación es pequeña pero muy bonita, la única pega que podría poner es el ruido y la luz del baño que hace mucho ruido pero todo bien y a buen precio.

En éste hostal puedes quedarte a dormir con el inconveniente que no estás seguro en la cama. Los somieres tienen sus patas móviles, inclinadas, inseguras y torcidas. Se mueven como si tuvieran vida propia. Mejor no te muevas en la cama ni tú ni tu pareja que la estabilidad es incierta. He conocido 2 habitaciones y se parecen en lo mismo. Patas que no sujetan el somier. No hagas el amor que aquí no estás seguro. Advertido estás.

Si quieres dormir a este hotel no vayas. Se escucha todo el ruido de la calle y del restaurante de abajo, sobre todo si estas en la primera planta como estábamos nosotros. Música y ruido hasta las tantas de la noche no te va a faltar. Si llevas alguna maleta grande ten cuidado porque es posible que no te entre en la habitación, o si entra la maleta te tienes que quedar tu fuera. Las vistas de la habitación son inmejorables. Dejo foto adjunta. Y la ventana no se puede abrir porque huele a frito de narices. Parece que estas durmiendo en la cocina de un bar. Eso si, y sin ironía, la ubicación es buenísima, en pleno centro de A Coruña, pero yo no volvería.

Muchísimo ruido, música, gritos, golpes... cada vez que cerraban una puerta retumbaba la nuestra, imposible descansar.
El personal desagradable y antipático.
Lo único bueno que podría decir es que cuando entramos en la habitación olía a limpio, aún así no volveremos a pagar para dormir tan poco y mal.

Lamentable. El camarero y la camarera más desagradables imposible. El pulpo 4 trozos resecos y de llevar 15 días en la nevera. No tienen nada de lo que pone en la carta. Un autentico desastre. No volvemos ahí ni mueriendonos de hambre

Tiene una ubicación perfecta, en pleno centro. Lo único malo es que se escuchaba todo. Afortunadamente viajamos allí de miércoles a jueves, así que no había tanto bullicio. La habitación estaba casi entera ocupada por la cama. Bastante limpia. La calefacción estaba puesta, cosa de agradecer en pleno enero. Experiencia bastante satisfactoria.

Como observáis en la imagen siempre veréis los carteles de bocadillos en el cristal. Sin embargo, siempre que los pidáis dirán que no tienen, que solo tienen raciones.
Pedimos un bocadillo de tortilla y no tenían pero preguntamos y de la carta si que podíamos pedir tortilla y pan.
Además, si leis la carta (que debe llevar 1 año aquí por lo menos) especifican que "SOLO ESTE MES" tienen vieiras a 3.9€.
Así como el cartel donde anuncian las jarras de cerveza que lleva 4 años colgado y también pone "SOLO HOY".
En resumen, publicidad engañosa y se quieren reír de la gente. Cero recomendado.

No encienden la calefacción. En pleno invierno. Vi un bicho en la cama que creo que es una chinche,también me encontré confeti en la cama y no era mío. La estrella que le doy es por la ubicación, que es muy buena.