Casa das Augas Santas

Hemos estado muy agusto en esta casa rural: buenas habitaciones, piscina totalmente vallada, admite mascotas, abundante desayuno, pueblo tranquilo y buen ambiente. Marina nos ha tratado genial y también a nuestra perrita Wendy, las mascotas pueden estar en todo el alojamiento sin restricciones y sin suplemento. El desayuno incluye torrijas, tostadas, mermelada, fiambre, zumo y café. Muy recomendable!

La casa y el sitio es espectacular estuvimos geniales.
Marina es un encanto y en todo momento nos hizo sentirnos como en nuestra casa,y el desayuno excepcional.
Volveremos pronto para poder despedirnos de Marina ya que no pudimos hacerlo

Casa preciosa en un entorno increible. Marina es la mejor anfitriona del mundo, nos recomendó un monton de cosas y sus torrijas son de lo mejor q he comido recientemente. Su perrito coco se vino de excursion con nosotros por la zona y por poco nos lo llevamos con nosotros de lo adorable que es!!! Un 10 todo

Hemos estado como
en casa, Marina es un encanto, la casa muy acogedora y los desayunos muy completos, con unas torrijas riquísimas.
Hemos pasado una semana estupenda. Lo recomiendo 100% volveremos!!!

Marina es una gran anfitriona y su ayudante Coco un excelente acompañante de cuatro patas.
Augas Santas es un tranquilo lugar a un paso de Allariz donde nos sorprendió la belleza natural y la riqueza histórica.

Este alojamiento es como una droga, no te querrás marchar! Sin duda la anfitriona es lo mejor de ello. Marina es puro amor, te ayudará y se mostrará atenta y servicial en todo momento. Las camas son muy cómodas y la habitación amplia y con terraza. Toda la casa en si es muy acogedora y también tiene una piscina bastante grande en un cercado repleto de árboles y sombra que se agradece. El desayuno es muy completo, tostadas, zumo, café y ya por no hablar de las torrijas que hace... Que están de morirse de ricas. Marina ha hecho que nuestra viaje a Galicia merezca mucho más la pena. ❤️

Precioso, acogedor y muy tranquilo. Totalmente recomendable. Sólo llegar te sientes como en casa. Marina es un encanto. El pueblo y el entorno son espectaculares.

La dueña es majisima y se preocupa un montón. Las habitaciones son amplias y cómodas. La zona de la piscina es inmejorable.