Jardín de la Yedra

Paramos tres días dos noches en Cáceres y nos alojamos en jardín de la hiedra. Juana la propietaria fue una mujer muy agradable que nos dejó algo de comida.

La casa tiene una piscina increíble tres habitaciones dos baños un salón una cocina y un jardín privado.

Estuvimos muy a gusto. Repetiremos en algún momento de nuestras vidas

Todo perfecto y cuidado al detalle, zona tranquila, la piscina fenomenal, Juani la dueña supersimpática y atenta en todo. Lo recomiendo.

Positiva: Sobre todo la zona exterior, el jardín y la zona del porche. Para cuando hace buen tiempo se está muy bien. La piscina no la pudimos aprovechar porque ya no hacía tanto calor.. Negativa: Alejado de la ciudad, aunque si buscas tranquilidad es buena opción. Aunque te dejan cosas para que desayunes, magdalenas, sobaos, etc., estaban un poco duras..

Fin de semana de lujo! El sitio perfecto. Juana un amor de mujer y detallista al máximo!

Positiva: Casa grande, espaciosa y limpia.. Negativa: La mujer de la casa era misteriosa y poco clara. Dijo que le habían dicho que eramos 3 cuando en la reserva ponía claramente que eramos 4. Creemos que vive en el sótano y no lo dice: una noche al llegar se apagaron las luces del sótano justo al cerrar la puerta, con lo cual nuestro susto fue inmenso. Si no se dispone de coche, está lejos..

Positiva: La casa rural preciosa y las habitaciones muy cómodas y bonitas, tiene calefacción central y aire acondicionado que funcionan muy bien, la cocina estaba con todos sus electrodomésticos funcionando correctamente y la señora había comprado una cafetera nueva sin estrenar ya que los anteriores inquilinos la quemaron, la lastima era que al ser el fuego de inducción no la detectaba la encimera. Tubo la amabilidad de dejarnos pan, leche, zumos, frutas, agua yogures para varios días que por cierto los dulces estaban muy buenos. Una de las mejores casas rurales que he estado.. Negativa: El WiFi no funcionaba y yo lo necesitaba para trabajar, la señora nos comentó que iba a solucionarlo pero parece ser que no le dio tiempo ya que la compañía Jazztel no le respondió y una cosita más, la entrada desde la calle al chalet tenía la cerradura estropeada y no se podía dejar cerrado con llave con lo que se podía abrir fácilmente, (La casa si se cerraba con llave).

Leyendo las críticas que alaban la amabilidad y la predisposición de Juana, la propietaria de “El Jardín de la Hiedra”, no comprendo el trato que hemos recibido nosotras por su parte.
Hoy domingo, a la hora de realizar el check out (y de haber fregado el porche de la casa, quitado las sábanas de las camas, limpiado la piscina de hojas y demás tareas que hemos realizado por pura amabilidad), Juana nos ha acusado de haber roto una tumbona de las dos que se encuentran en el área de la piscina.
La realidad es que desgraciadamente nos ha hecho un fin de semana horroroso y ha llovido mucho, con lo que sólo pudimos disfrutar de la piscina durante la mañana del sábado, estando todo el tiempo metidas dentro de la piscina tomando el sol y no llegando a sentarnos EN NINGÚN MOMENTO en las tumbonas. Hemos tratado de explicarle que nadie se ha sentado en las tumbonas y que no hemos advertido ningún desperfecto, que creemos que ha podido ser la intensa granizada del día anterior. Sin embargo, ella se ha reído despectivamente y nos ha contestado (palabras textuales) que “YA SABÍA ELLA QUE ESTO IBA A PASAR, QUE CÓMO NOS VAMOS A SENTAR EN ESAS TUMBONAS SI SABEMOS QUE NO AGUANTAN NUESTRO PESO”. Aclaro en este caso que mis amigas y yo no somos obesas mórbidas y que JAMÁS hemos roto ninguna silla, tumbona o similar. Al replicarle que me sentía muy ofendida por su comentario, ha intentado disfrazarlo diciendo que se refería a que las tumbonas le habían costado 80 euros, que no le salía rentable alquilar su casa si cada vez le rompían una cosa diferente. Hemos tratado de razonar con ella explicándole que la rentabilidad de su negocio no es de nuestra incumbencia y que hemos sido muy amables ayudándole a limpiar la casa. Nos ha vuelto a responder de muy malas formas que “ELLA ESTABA ACOSTUMBRADA A ALQUILAR SU CASA A PERSONAS CON MUCHA MÁS EDUCACIÓN QUE NOSOTRAS QUE NI FREGÁBAMOS LOS PLATOS”. Aclaro en esta ocasión que estaba todo fregado menos tres tazas del desayuno que no nos ha dado tiempo a fregar por la necesidad de Juana de que saliéramos de la casa a las 13h para que ella pudiera limpiarla.
La decepción es enorme. No sólo por el mal trato de la dueña, sino porque hemos encontrado muchas carencias durante nuestra estancia (falta de jabón lavaplatos, útiles de cocina, servilletas, wifi que no funciona…). La casa es preciosa, pero sinceramente no compensa si a cambio te vas a llevar este mal trago como recuerdo.

La casa espectacular y el sitio increíble.
La piscina HORROROSA: tenía tal cantidad de producto que te escocían los ojos sólo con que te rozara el agua. Se nos irritó la piel. No sé como en una casa con tanto detalle descuidan eso, pudo habernos causado algún daño importante. Muy decepcionada. Nos estropeó la experiencia.