Museo Etnográfico del Oriente de Asturias

Hoy he vuelto a mi niñez gracias a este mágico lugar.
No nos engañemos pensando que es un lugar solo para familias, sino que es una vuelta a la nostalgia y los recuerdos.
Además, este fin de semana, 27 y 28 de agosto tienen la feria medieval, donde más que el medievo se nos presenta un repaso al folklore asturiana, a la tradición y el cariño por todo ello.

Ojo, en el museo se puede pagar con tarjeta pero no hay cajeros en el pueblo, mejor llevar efectivo.

Un museo con mucho encanto, bien conservado y con una exposición muy amplia de enseres, útiles de trabajo, juguetes y demás curiosidades de como se vivía antes. Muy enriquecedor y recomendable, además los martes el acceso es gratuito.

Totalmente aconsejable, visita obligada para conocer Asturias del siglo XIX, XX.
Entorno muy bonito.
Los Martes es entrada gratuita.

recrea bien la vida rural, particularmente la asturiana. Enseres y objetos que quiénes ya tenemos canas nos recuerdan, a su vez, a nuestros padres y abuelos. Merece la pena visitar.

Muy interesante, sobre todo si acudes con una persona de cierta edad que te explique para qué utilizaban ciertos aperos y utensilios. A mi madre le brillaban los ojos cuando nos explicaba cómo araba y cuando lavaba en el río en su juventud. Entrañable

Precioso lugar con muchísimos objetos q ver, se pueden ver varias antiguas casas representadas y un orreo con todo lujo de detalles muy bonito

Nos ha encantado!!!

Trato excelente, es pequeño pero muy completo, en un recorrido en el que puedes adentrarte en la historia de la cultura Asturiana. Los martes la entrada es gratis, tiene una tienda de souvenirs muy chulos. Todo está muy bien cuidado, y un 10 por la decoración.

Repetiremos!!!

Un lugar muy interesante para conocer algunas de las costumbres y de las maneras de trabajar de la zona. Es fácil de encontrar (en el mismo centro del pueblo) y la entrada es muy barata (2 euros). Después de una pequeña introducción sobre la historia del museo, se pueden visitar de manera libre los dos edificios que albergan la colección, uno de los cuales representa una casa tal cual estaba en el siglo XIX. Al lado de ellos está el primer árbol de aguacate registrado en España.