Ses Fontanelles Sa Cova Des Vi

Se puede llegar en coche fácilmente, aunque lo suyo sería hacerlo caminando desde Cala Salada. La verdad que alguien se haya tomado la molestia de hacer una pista hasta aquí y sin agujeros gruyere dice mucho.

No esperéis ver muchas pinturas, de hecho no vais a ver ninguna, pero el entorno lo compensa sobradamente. Aquí no se podría rodar el "Arca Perdida" o el "Código da Vinci", más bien "Náufrago". Baste decir que hay valientes que llegan en piragua.

Situado en una zona escarpada entre la isla de Sa Foradada y Cap Nono, a unos 20 metros sobre el nivel del mar, Sa Cova des Vi conserva en paredes y techo las únicas pinturas "rupestres"que hasta el momento se conocen en Ibiza.

Aunque se han realizado numerosos estudios desde 1917, cuando fueron descubiertas por el abad francés Henri Breuil (1877-1961), los investigadores todavía no llegan a un punto de acuerdo en cuanto a la cronología y el significado de las imágenes representadas.

Este abrigo también es conocido como Sa Cova de ses Fontanelles, ya que se confunde con una cueva cercana, que tiene un manantial de agua dulce y que se encuentra casi al nivel del mar.

El nombre de "Sa Cova des Vi" se refiere al uso que se hace en los primeros años de este siglo como almacén para el vino que se sacaba de las viñas plantadas en el entorno.

Las pinturas que se conservan hoy en sa Cova des Vi, muy borradas, son esquemáticas, de color negro y muy difíciles de interpretar. Afortunadamente Breuil escribió en 1920 el esquema de una parte. Existe material fotográfico posterior que permite conocer elementos que desgraciadamente ya no existen.

En su estudio, se consideró que en la cueva se representaban una especie de barcos y eran pinturas de tiempos prehistóricos. Esta datación es la que se ha mantenido hasta hace muy poco. Pero en 1982 el arqueólogo Joan Ramon trajo una nueva perspectiva, comparando sa Cova des vi con las pinturas rupestres de Grotta Regina (Sicilia), datadas con seguridad en la época púnica.

El documento completo publicado en 1987 por A. Beltrán, Costa B. y H. J. Fernández, que dividen las imágenes en tres paneles diferentes (uno estudiado sólo a partir de fotografías), también se inclina hacia esta última posibilidad, teniendo en cuenta las similitudes con estas imágenes sicilianas y la importancia que la cultura púnica alcanzó en Ibiza.

El camino hasta la cueva es precioso y lo que merece la pena, mejor que la propia cueva. Hay que estar atento a las señales porque no es tan fácil de encontrar.

Después de una larga y abrupta caminata la recompensa es genial

Fue imposible llegar a ella, me perdí, pero disfrute de paisajes muy bonitos

La mayor estafa que e visto en mi vida jajaja

Increíbles vistas. La cueva no vale para nada

No hay gran cosa que ver solo bonitas vistas !!

A ver, la cueva en si no vale nada...pero las vistas son muy chulas. Eso sí, acceder a ella es en coche y luego a pie. Esto último primero cuesta abajo y a la vuelta.....cuesta arriba. Desde mi punto de vista no merece la pena.