Restaurante Kattalin

Sorpresa muy agradable la comida en la terraza. Sin tener en el menú grandes cosas que llamaran la atención, si que todo estaba muy muy rico, la carne de calidad para lo que se paga y los entrantes perfectos que hicieron de aqui ,nuestra parada , un lugar ideal en medio del camino .

Hemos ido hoy mi mujer y yo. 25€ cada menú sin incluir la bebida. Camarera antipática. De primero mi mujer ha pedido ensalada (normal, una ensalada vamos) yo de primero me he pedido croquetas...

Todo congelado, se ve que tienen varias bolsas con diferentes congelados y los mezclan. Malísimas y escasas. En el propio plato habia un mejillon rebozado también frito. Debe ser que para ellos un mejillon también es una croqueta. Comida de soltero que no sabe cocinar.

De segundo mi mujer confit de pato y yo dorada. Estos 2 platos estaban bien.

De postre unas natillas apenas dulces con la galleta dura. Pasables...

2 cervezas y una cocacola: 57.50€
Vamos... me he sentido estafado y engañado. He salido con un mosqueo importante.

Si vais a Zugarramurdi, llevaos un par de bocatas. El otro restaurante qué esta cerca de este al misno nivel de precio, no me la jugaría tampoco.

Nada recomendable. Le doy una estrella por los segundos

Es un restaurante muy interesante, la comida típica de vasco, riquísimo y rápido, hemos pedido chipillones y langostinos está riquísimo! Muy recomendable!!

A pesar de tener la mesa reservada, la desorganización del servicio provocó que tuviéramos que esperar media hora. Una vez sentados tardaron en atendernos y luego en servirnos. El precio del menú era caro para lo que comimos, cuya presentación, sobretodo las croquetas, dejaba mucho que desear. El confit de pato y la tarta casera del postre estaban muy buenas.

Llegamos a última hora y estaban atareados con unas mesas grandes, sin embargo, nos atendieron bien y la comida exquisita.
El solomillo y los chipirones plancha estaban espectaculares de calidad, sabor y de elaboración.
Fue una buena elección.
Lo recomendamos absolutamente.

Fuimos dos personas a comer, sin reserva previa. Nos dijeron que si esperábamos un rato, podríamos sentarnos. Tras 20 minutos esperando de pie, nos invitaron a irnos porque estaban a tope y no iban a poder atendernos. Entiendo que estaban saturados y si al entrar nos hubiesen dicho que no, no hubiera pasado nada. Pero hubiéramos preferido no perder nuestro tiempo (igual de importante que el suyo) y haber ido a otro sitio desde el principio.

Hemos llegado a las 14:00 a la puerta y han tardado 20 minutos en atenderemos, luego al sentarnos hemos tenido que esperar otros 25 minutos a que nos tomen nota para decirnos que no les quedaba a cada plato que pedíamos. Como dudábamos qué pedir (porque no les quedaba nada de pescado ni tampoco otras opciones de entrantes a las 14:45) el camarero nos ha invitado a irnos sin comer porque "en la puerta había mucha gente esperando y nos veía que no lo teníamos claro", no sin antes advertirnos que no encontraríamos otro sitio para comer en el pueblo a esa hora.
Después de esta experiencia penosa nos hemos ido a Venta Ansalas donde nos han atendido estupendamente.

Restaurante que deja mucho que desear.

Al entrar ya te das cuenta de cómo va a ir la cosa... El local lleno de humo.

Pedimos 2 menús de 25 euros, que no incluye la bebida ni el café... Las croquetas congeladas malisimas, el filete hecho solo por un lado, las chuletas rebosaban aceite.

Pagamos 57 € sumando las bebidas y el café. Hacia tiempo que no me daban un palo así.

Nos sentimos estúpidos por no mirar antes las reseñas, que solemos hacerlo.

Lo siento por la señora mayor que atiende pero es lo que hay.