Monterreal

Comida casera muy rica a precio super ajustado. Muy amables y servicio rápido y eficaz. Para repetir sin duda

Llamamos para ver si nos atendían un domingo a las 15:30 y nos dijeron que tenían lío pero que pasáramos. Para nuestra sorpresa no solo no tardaron la media hora anunciada sino mucho menos.

Trato muy muy bueno.
Calidad de la comida mejor.

Es el mítico restaurante familiar donde las recetas han pasado de la madre a la hija que regenta ahora el sitio. El marido nos atendió de maravilla. Además del súper precio!!!!!

Pedimos callos de ternera (muy buenos), chuletitas de cordero (súper jugosas y tiernas) y el bacalao a la riojana (lo mejor de todo!!!)

Volveremos. Además estaban súper orgullosos del SOLETE que Repsol les acababa de dar.

Hemos parado de camino a Logroño y nos ha encantado! Comida casera de muy buena calidad a muy buen precio. Las croquetas caseras espectaculares y la tarta de queso nos ha encantado. El servicio impecable. Los camareros súper simpáticos y atentos, servicio muy rápido. Muy recomendable!!

Llegamos sin reserva y de ruta motera, nos apañaron unos buenos bocadillos de lomo con un ligero empanado. Estaban ricos, acompañado de una ración de croquetas caseras, no serán las mejores del mundo pero nos supieron bien. Los dueños muy atentos al darnos de comer cuando terminaban el servicio de comida

Fui a este restaurante por las reseñas tan buenas que vi en Google, pero no voy a volver. Las raciones súper escasas (yo salí con hambre y eso que me pedí postre también), y la presentación dejaba mucho que desear. Los callos me los sacaron en plato llano (¿dónde se ha visto eso?), la tarta de quedo insípida totalmente, la ensalada muy básica. La croquetas estaban buenas y la cantidad fue apropiada para un niño de casi 2 años. Los sabores de los platos estaban bien, pero para comer poco y caro me voy a un restaurante con Estrella Michelin.

Estuvimos en la jornada del cabrito en Laguna de Cameros y por cercanía visitamos San Román de Cameros, un sitio precioso.
Lo que más nos ha gustado del restaurante, sus paredes de piedra a la vista y muebles rústicos. Comida casera y el trato por parte del personal nos dejó un sabor agridulce.
Pero eso no lo he tenido en cuenta y sin duda si volvemos por San Román, repetiríamos pero esta vez en la terraza con unas croquetas y calamares.

Sitios que no deberían desaparecer nunca, comida casera excepcional. Tiene una terraza en el exterior que puedes echar una tarde de verano mejor que en ningún sitio.

Acojedora casa, con tv y baño en las habitaciones, hemos ido 6 parejas y 8 niños, y nos hemos apaño, bien.
Buen comedor comunitario, y aparcamiento para 6 monovolúmenes, con la casa entraba la comida del domingo y nos ha echo la dueña unas alubias pintas cojonudas.