Mesón La Plaza

Pura nos ha hecho sentir cómo en casa. Nos ha cuidado cómo lo haría una hermana. Una profesional de primera y la comida espectacular. Lo recomiendo 12 sobre 10!! Lástima que Barcelona nos pilla lejos. Gracias!!

Un lugar muy agradable, en la plaza del pueblo, bien atendido por la encantadora dueña. La carta no es muy amplia, pero sus platos "clásicos" son caseros y muy sabrosos. Cualquier plato que se pida viene acompañado con patatas recién hechas y dos huevos fritos, lo cual, gastronómicamente, puede ser discutible, pero da gusto. Añado fotos de la carta porque en algunas reseñas se quejan de los precios, y además de haberse sorprendido de ellos. Esa Almería tan barata que añoran algunos yo no la he conocido... De lo que he probado, están muy bien el cabrito, el pollo, la tortilla, la perdiz, la ensalada y el plato cortijero, y el atún fresco cuando lo hay. Hablen un rato con la dueña, porque no lo olvidarán y eso no se cobra.

Es sencillo pero confortable y acogedor.
Para mi, los gurullos espectaculares!
El queso en aceite, buenísimo y en abundancia.
El pueblo merece una visita, lo disfrutaréis !

Comida deliciosa, se nota que la elaboración es casera y con buenos ingredientes.
No le pongo las 5 estrellas porque tuvimos un problema con un plato y aunque el camarero se porto bien, la cocinera salió a darnos la explicación y las maneras no fueron las correctas. Quizá pecó un poco de prepotencia... pero bueno, una anécdota.
Recomiendo ir a probarlo, aunque si que es verdad que nosotros no creo que repitamos.

Sábado 10 de Diciembre a las 4:30. Se llega la pueblo por una carretera interminable y tortuosa. Todos los establecimientos del pueblo están cerrados a piedra y lodo… excepto un restaurante con una sola mesa ocupada. Entro,pregunto a la dueña si tienen café y me dice que no. Con toda amabilidad le pregunto si por favor podría entrar al baño. Me dice que no.
Hay que ser muy mala persona para negarle el baño a una (1) persona educada y normal en un pueblo desierto donde no hay otro sitio donde ir.

Comida buenísima, hecha con buenos ingredientes y con mimo. El cabrito, el pollo campero, el lomo, la perdiz, todo delicioso, sobre una cama de patatas fritas increíbles y dos huevos fritos recién cogidos. El sitio y el trato de 10.

La atención es impecable, nada más llegar te sirven una tapa de sobrasada casera o queso curado que está increíble. La comida es casera a más no poder, el pollo y los huevos son criados por la cocinera, por lo que el sabor no lo verás en otro sitio. Además, el postre nos enamoró

La verdad es que comimos de lujo comida casera riquísima nos atendieron muy bien y no teníamos reservado a pesar de ser Domingo. Los caracoles y el cortijero buenísimos.