Bar El Ingenio

Buenas vistas desde las mesas de la terraza. Es un sitio muy tranquilo y amplio por el que no circulan coches. Trato amable por parte del camarero. Solo tomamos café y estaba bien tirado. Buenas vistas.

Una persona que no sonríe , no debería llevar un negocio con atención al público... El camarero que nos ha atendido parece que te está perdonando la vida... Camarero muy, muy desagradable

Su entorno y ubicación junto a una antigua fábrica de miel hacen que sea el lugar idóneo do para tomar unas cervezas con vistas antes de empezar la visita por el pueblo

Resultado perfecto. Pedimos dos refrescos y una cerveza, el trato fue correcto, las bebidas estaban frías y los vasos limpios.

No es para tirar cohetes, pero tampoco lo vimos tan malo como se comenta en otras opiniones. Está muy bien situado, en la plaza donde se encuentra el ingenio azucarero, y el interior es muy oscuro, así que lo ideal es quedarse en la terraza, que es muy agradable y tiene muy buenas vistas. La carta es muy corta; los platos están numerados y hay exactamente 20, entre entrantes, snacks, carnes y pescados. Además, una carta de pizzas. Los precios no están muy mal, teniendo en cuenta que estamos en una zona muy turística: alrededor de 7-8 € la mayoría de los platos. Yo pedí un plato de pollo al ajillo por 6,50 € y estaba muy bueno y con patatas fritas caseras. Los niños pidieron pizzas y no se quejaron. Hay que destacar que llegamos a comer casi a las cinco de la tarde y no nos pusieron ningún impedimento; al contrario, fueron muy amables y nos atendieron muy bien. Quizás por la comida la valoración sería de tres puntos, pero la buena atención se merece que le dé una puntuación mas alta.

Muy buen trato y atención del camarero, la comida muy buena y abundante,

Los dueños muy atentos y simpáticos . Muy buen precio, tapas ricas y platos generosos. Menuda fuente de patatas fritas y huevos...
El café muy bueno, no todos los bares pueden decir lo mismo . Volveremos .

Mi padre se compro un café para llevar y al primer sorbo se lo derramó encima. Descubrimos que tenia un agujero en el vaso, ya no sabemos si venia de fabrica o se lo hizo el camarero por las risas.