ANCESTRAL Restaurante
C. Víctor Hugo, 2, Local A1, 45200 Illescas, Toledo, España
4.5
351 reseñas
8 comentarios
45H4+F2 Illescas, España
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Lunes: Cerrado
Martes: 13–16
Miércoles: 13–16
Jueves: 13–16
Viernes: 13–16
Sábado: 13–16
Domingo: 13–16
Martes: 13–16
Miércoles: 13–16
Jueves: 13–16
Viernes: 13–16
Sábado: 13–16
Domingo: 13–16
Totalmente recomendable. Volveremos a repetir sin duda.
-De cantidad es la justa y necesaria para no quedarse con hambre y poder terminarlo.
- La sopa de ajo no me gustó (Cada uno tiene sus gustos y es totalmente subjetiva mi opinión)
-Platos a destacar para mi gusto las mollejas, el buñuelo y los platos que llevaban oreja, todos ellos tenían un sabor espectacular.
Para probarlo al menos una vez lo recomiendo. Cuando cambien el menú me dejaré caer de nuevo por allí para probarlo.
Los platos están presentados tan bonitos, con tanta elaboración, que es una experiencia única.
También tenían una exposición del artista Pedrín , y en cada mesa había una obra de arte, también la maitre nos explicó que estaban a la venta, por si nos interesaba.
Un sitio super recomendable y no muy caro para ir.
Hemos pedido el menú esencia, 16 platos, pero para nada saciante. Demasiado minimalista. Los platos más normales daba igual, pero algún plato más rico no daba ni para saborearlo de tan pequeña la ración.
Los únicos platos que realmente me han parecido muy ricos han sido el huevo con boletus a la brasa, las mollejas de cabrito, la oreja suflada, la manzana con teja de tomillo y el helado de piñones.
La anca de rana totalmente sin sabor. Las gachas tampoco muy allá. El buñuelo de callo un poco soso. El guiso de manitas solo en el nombre, porque en la boca solo noté los 2 garbanzos que venía.Y los demás platos correctos, sin más.
Ya en relación al servicio, muchos fallos. Los camareros muy amables, explicaban bien, muy atentos. Ya el maitre no digo lo mismo. He notado un trato diferente, muchos detalles no me han parecido bien. A nosotros no nos han limpiado la mesa antes del postre. Hemos comido el postre con la mesa llena de migas.
Pero lo más feo de todo e imperdonable fue que habíamos pedido una infusión y como tardaron tanto en traerla pues hemos pedido la cuenta y que ya no queríamos la infusión. El camarero muy amable nos pidió perdón y dijo que nos invitaba la infusión y SORPRESA!, nos la han cobrado.
La verdad no sé los criterios para tener una estrella Michelín, pero tenía otras expectativas. Me ha defraudado el sabor y el servicio.