Restaurante Abuela Maravillas

Sitio agradable. No recomendable para fines de semana. Nivel de ruido cercano a “insoportable”. Comida de buena calidad, servicio bueno. Hay terraza en exterior al lado del río Tajo. Entorno muy bonito. Recomendable para cualquier día de la semana menos sábado-domingo.
Relación calidad precio mala. Caro
Acceso al restaurante: mala imagen
Baños: muy por debajo del nivel

Una gran sorpresa en un rincón del Tajo. Al lado de la playa de Zorita, tienes este restaurante, con una terraza fresca y original, Musica ambiental y aire fresco. El servicio es muy amable y atento. La comida es abundante, y muy sabrosa. Muy recomendable

Tuvimos suerte, ya que era sábado al mediodía e íbamos sin reserva y nos hicieron un hueco para 2. Además, nos dejaron pasar con nuestra perrita. Y la mesa, a orillas del río. Los camareros súper majos, atentos y rápidos, y más teniendo en cuenta que tenían una boda! Pedimos carnaza y no defraudó, el vacío argentino y el rabo de toro impresionantes!. Los cócteles deliciosos. Muy agradecidos y satisfechos.

Buena opción si estáis por la zona. No visitar en fin de semana ya que está al lado de la zona de baño del pueblo y se convierte en una feria.
La sala es bastante ruidosa. La comida muy variable dependiendo del plato elegido. La brasa una buena elección. Precio medio alto

Cenamos a mediados de julio una pareja amiga y yo allí (me llevaron mis amigos que ya lo conocían) el tomate corazón de buey con la sardina ahumada impresionante de rico.
También me encantó la ensalada de mango.
La parrillada uruguaya estaba bastante bien.
No me pareció nada caro porque el nivel de cocina es óptimo. Volveré.

¡¡¡Genial!!!.
Desde que se entra por la puerta todo es amabilidad, simpatía y profesionalidad. Hay que elegir... pero aquí llega el problema: son tantas las "tentaciones" de sus platos que mejor dejarse aconsejar. Te sorprenderán.
Imprescindible reservar previamente en los días de mayor afluencia.
Gracias por todo Nuria, seguro que volvemos a vernos.

El sitio que lo rodea es muy agradable a orillas del Tajo. La comida estaba bastante rica, las carnes muy buenas.
El servicio muy correcto y muy amables, quizá la única pega son los precios, un pelín caro para donde está, quizá “pagas” las vistas.
Los postres caseros muy apetecibles, pero la tarta de queso me defraudó, llevaba algún tipo de hierbas que no me gustó, pero es una opinión personal.
En diario el sitio es muy tranquilo.

Si vas a visitar esta zona es muy recomendable comer aquí. La comida está muy deliciosa y a la altura del lugar. El trato fue exquisito y si tienes mesa con vistas al rio ya es una experiencia de 10.