El Margalló

Experiencia bastante mala, el menú apenas tenía variedad: o pollo o cordero. Sinceramente no se si nos han dado menú (aunque nosotros lo hemos pedido) ya que no había pan, sólo era un plato por persona y una ensalada para los 4, bebida y sin postre. Todo esto por 65€. Lo malo es que la comida tampoco estaba tan buena, el pollo era medio pollo pequeño con 4 rodajas de pepino y una de pimiento crudo. El cordero tenía pinta de que podría estar bastante bueno si no fuese porque estaba congelado por dentro. Pedimos que lo calentaran un poco más, pero no fue suficiente ya que seguía estando un poco frío. Además, el restaurante cuenta con mascotas de la casa que para mí no suponen ningún problema siempre y cuando el gato no intente meterse en mi plato, como fue el caso. No hice fotos de cuando nos sirvieron todo, pero si de como hemos dejado los platos ya que no hemos podido comer como esperabamos, al menos por ese precio.

Lo que más me ha impactado es que el camarero no llevara mascarilla, al decírselo se la ha puesto, pero el dueño del establecimiento se ha paseado por todas las mesas sin mascarilla, me parece una falta de responsabilidad por su parte, en cuando a la comida, poca variedad, 2 primeros, paella y pure de verdura, la paella muy pequeña y pasada, 2 segundos cerdo al horno y pollo, las pizzas están buenas pero poca variedad, hemos pedido si podia ser de jamón York y queso pero no les quedaba, nos han ofrecido una de fuet. Pizza de fuet? En cuanto al servicio un poco desorganizado, la camarera por lo menos era simpática. Precio del menu 20€, pizza 11€.

Excelente! El trato exquisito y la comida deliciosa, en un ambiente artístico y confortable, nos ha tratado como si fuésemos de la familia. Calidad-precio excepcional. Volveremos

Mala experiencia. Al llegar no habia casi nadie en el restaurante y nos querian poner en una mesa baja (las típicas de terraza para tomar algo) para comer. Al leernos el "menú" nos dice la camarera que solo hay ensalada verde, pollo al horno, cordero al horno y pizzas. Eramos cuatro y pedimos dos de cada de las carnes y una ensalada para compartir.

El plato de pollo: medio pollo pequeño con tres rodajas de pepino , una de pimiento y ¿ternera en salsa? de guarnición. El pollo seco, las verduras peladas y mondadas crudas y la ternera con una salsa rica pero dura.

El plato de cordero o helado de cordero: una pieza de codillo con 4 rodajas de patatas al horno y una de pimiento al horno. La primera vez que me lo trajeron parecía que estaba bien por fuera, el punto de la carne era muy correcto pero al penetrar en la carne era un hielo. Nos la llevaron a terminar de hacer y al volver parecia solucionado, pero el interior estaba frio como un muerto y ya no pude seguir comiendo. La guarnición correcta.

Para beber pedimos un tinto de verano y nada más, nos trajeron una botella de vino rioja y cuatro fantas, tuvimos que pedir hielo porque no traían las copas.

En general, todo esto 64 euros, sin poder terminar de comer y sin postre ni nada. Una exageración para la calidad de la comida.

Excelente sitio para comer en plena naturaleza, cocina Italiana del chef Roberto.

El lugar y el paisaje precioso. Muy buena la comida y el servicio. Los encargados muy amables y atentos. Un poco caro para lo que esperábamos pero estaba todo bueno y fresco.

Hemos ido a cenar con mi mujer, el trato muy amable, nos ha sorprendido que no había carta sino que la camarera nos ha ofrecido 3 primeros ensaladas, 3 segundos arroz, pollo y carne y 1 postre pastel philadelfia. Realmente la comida un desastre, el dueño muy amable y muy atento pero la comida un fiasco, somos de Olivella y realmente necesitamos sitios que nos referencien. Hemos pagado 40€ y nos hemos quedado sorprendidos de la cocina. No repetiremos.

Trato muy cercano y familiar. Las pizzas espectaculares. La carne, recomendación del cocinero de 10!