Restaurante, Area de servicio, Lleida

No si es bueno o malo porque a las 15:00 ya no han querido servirnos ni un bocadillo. Así que si vas un pelin tarde, no pares! Siendo un sitio de area de servicio… pues no es de recibo, la verdad!

No sé si tendrían un mal día, porque tan solo he ido este día y si puedo, no volveré más. Tienen muy poco personal. Los menús tan solo pueden ser dentro y los bocatas fuera, es decir, fuera no viene ni Dios a servir, y lógicamente no para limpiar. Dejo las fotos de cómo estaban las mesas de fuera, para que lo comprobeis. El camarero no nos dejó sentarnos 5 en una mesa de 4. Lo que hicimos fue pedir unos bocatas y comer fuera, claro está, apartando nosotros mismos las copas y platos de anteriores clientes en otra mesa y limpiando con servilletas la nuestra. Por último, no es que te hablen mal, pero la simpatía del camarero de las mesas y la mujer de la barra, brilla por su ausencia.

Buena comida y buen sitio para repostar. Espacioso parking y ambiente relajado

Mucho espacio para aparcar cómodamente, nos pedimos un menú y la cantidad y calidad muy buenas para el precio. Carla, nos atendió con muchísima simpatía y tuvo el detalle de ponerme un extra de caramelo líquido en el flan de huevo, que estaba riquísimo

Pésimo el servicio y la atención de una de las camareras (la chica rubia del este de Europa), pone malas caras a los clientes, sopla si le pides algo, te trata como si te estuviera haciendo un favor dándote de comer. Fuimos 3 comensales a comer (2 menús + una de ellas pidió un bocadillo pues en el menú tenían solo carne o pescado), nos dijo que sólo hacían menús a esa hora (13:30) y lo aceptamos. SORPRESA cuando ella misma pidió un lomo-queso para llevar 5 MINUTOS DESPUÉS para un chico que parecía amigo suyo en la barra y que pidió una cerveza. La comida buena, ella debería trabajar el trato al cliente.

la camarera muy atenta,pero desbordada de trabajo. Respecto a la comida,al menos en domingo, hay un menú de casi 17 €,nada más,da igual que quieras solo un bocata o que tengas niños,solo hay ese menú. El café siempre aparte,no entra en menú. El local lleno de moscas,no quiero imaginar la cocina. El WC muy sucio,lo cual no me extraña porque estaban desbordados de trabajo. La comida,si no piensas en todo lo que le rodea,medio decente, aunque la fideuá tenía aspecto de fideuá,pero no era muy sabrosa. Intentaré no volver.

Buen bar para tomar un café y continuar con tu camino.
Dispone de terraza exterior con varias mesas, todas bajo cubierto y protegidas del posible viento.
Tiene gran aparcamiento ya que está junto a una gasolinera de Repsol.
Por dentro, no es ninguna maravilla. Está bastante anticuado y necesita una reforma urgente.
Para desayunar no es que tengas una gran variedad de productos pero lo poco que tienen está bueno. Un fallo importante es que no tengan zumo de naranja natural que te lo hagan en el momento.

La comida está bien pero el trato fatal, poco orden y limpieza por no decir pésimo. A media cola para pedir la comida nos dijeron que ya cerraban la cocina porque la cocinera estaba hasta el moño de la cocina y las camareras con muy pocas ganas de trabajar, ni recogían las mesas. Jamás volveré a ese sitio. Echaban a la gente antes de entrar por la puerta pq la cocinera quería plegar que estaba hasta el moño. Muuuuyyy Decepcionante!!!